Poemas lúgubres...

Golpe sencillo al mentón del hombre

-castañuelas de adobes

derribando hasta los dientes-

golpe de caerse a puro golpe

y no levantarse,

golpe triste al bajo vientre

súper bien colocado, apretujándose

golpes recetados médicamente

y a mi nombre,

golpe que no cansa de asestarse

religiosamente,

golpe que no aburre

y miente eternamente,

golpes como un

dulce acto de amor

en fin

los golpes se reciben

van acumulándose,

como pidiendo protección a golpes,

¿requiere ejemplo?

la traición.

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Tú las quieres todas,

haces pactos con problemas

te me cuadras con las penas

testarudas de un averno en alza

tienes hasta el nombre equivocado,

todos tus temores, imaginarios,

tus pesares de amuletos, los regalas

piensas en la vida

como en un desierto,

quiero hablar de ti y

entonces te me arrancas

en fin,

a tropezones no se avanza,

en la resaca vapuleada de tu noche,

en la maraña de tus cuitas clandestinas,

truculencia hipnótica

a espaldas de la gente.

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Es impresionante

cómo lo sublime se envanece,

se hace añicos de pedazos

microscópicos, unicelulares

es increíble

cuánta palabra absurda

mal dicha, promesa barata

incumplimiento de condena

daga, navaja, estoque x la espalda

es sencillamente, inaudito

la facilidad con la que se manda

a freír a la verdad, monos al África,

como que cuesta creerlo

en fin,

se quedan los carteros

dando vueltas de carnero,

al pie de la escalera

que has dispuesto

al ejercicio muscular

-tu ascensión

en secreto al cielo-

pero a la mala.

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¿Qué vamos a hacer?

se nos acabó la pista,

el juego de reflejos se detuvo,

nos saltaron los tapones

de la caja de la luz

ustedes sí que saben

se las sacan,

cada vez que pueden

pintan nuestra cara,

llagan hasta el paladar

con esos dedos c/ alfileres

que es un juego

y daña a nadie,

salen a pescar

con preciosos anzuelos

multicolores,

formas,

voces de sirenas

frases para el bronce

emiten,

lúbricas pupilas,

tiñen de esperanza

su agonía, danzan

como un picaflor,

detenidas en el aire

ustedes que se juran

comprometen,

hacen convenciones

fuman pipas

sucedáneas de la paz

ustedes, ustedes, ustedes,

burlan al hombre, lo adoban,

lo cagan, lo parten a la mitad,

lo hacen pebre,

impúdicas, silentes, sofisticadas

ustedes cantan,

vociferan y amamantan,

sobre piras de cadáveres

lanzados a la mar,

nutriendo aquella

pálida crisálida,

en el lugar del heart.

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Todos mienten chico,

así que quédate tranquilo

todos pasan engañándose,

a mí no me vienen con cuentos

cada cual agarra la mejor parte

espaldas anchas,

manos abundantes,

enanchados vientres,

los colmillos, pedernales,

las mándíbulas mecánicas

libélulas feroces

nacen de estas parcas

de estas manos aplastadas,

nenúfares

contra tu cuerpo firme y dulce

que de extraño y dulce nada

engañas,

pones la radio

a todo volumen,

surtes el efecto alucinógeno

del arte,

vas y vienes

de tu pieza al water,

algo desmoralizada

dices y haces

o haces, dices,

amor, amor,

orémosle al poeta

sibila de Delfos

sibila de Cumas,

tus piernas

me han dejado exánime

tu acto, mero juego

de cuerdas vocales bien entrenadas,

de oscura fruta derramada

sobre una torva figura de Venus

todos nos engañan

recurrentes,

todos se ametrallan,

escriben unos mails, alaraqueantes,

descubriéndose el ombligo,

desabotonándose

todos se redactan

unas frases,

todos, todos, siempre,

engañan, sirven a quien quieren,

una y otra vez se vuelven,

perdonados

hacen de la carne un estropajo

tienen planes,

lo han cartografiado todo c/ migraña

empobrecido, lastimado, degradado,

estambre por estambre,

salpicando en la segada

un lodo acanelado,

oscuramente dulce.