jueves, febrero 12, 2009

s/c...





Reconozco
que te he estado buscando;
hidalgamente
debo admitirlo,
ensuciarse con el barro
cada tanto,
tiene sus insospechadas
bondades para con la piel.







Me da la risa
infinita de la noche,
me sobreviene de improviso,
cuando menos se la espera
sin aviso,
y no alcanzo ni a
ponerme pantalones,
o a abrocharme los zapatos;
como una persona
desconocida y pálida
como el cartero,
o el que toma la lectura del agua,
me cae como un balde de una luz muy fría,
al vuelo,
rasante como un un saco de papas,
una tenaza que desgarra para arriba,
las cansadas comisuras de mis labios.







Todas las personas inmóviles
faltan a la verdad.







La verdad sólo actúa
de forma interina,
cuando a esos “algunos”
se les ocurre.







Usted no se moleste
en escribirnos de rodillas,
nada tiene para decir,
nuestra pulga comprensión
de sus textos
ha sido exiliada,
como a principios de marzo
donde todo está cerrado
y mal envuelto,
y hay que volver a la escuela
a recordar el cómo se redacta,
y se resuelven los puzzles.







Usted escribe
demasiado
complicada,
semipreciosa
como una yegua
que se desbarranca,
con esa carita
tierna y delicada,
como un rostro
de la TV
auto marginándose,
auto congelada,
bien sabe usted
que la queremos
harto,
y que sólo
le deseamos
que se mejore
de esa compleja
intertextualidad
mediática,
que la tijeretea
desde todas las
direcciones
al escribir.







No pienso poner mi foto
en ninguna parte.







No te la creo
esa imagen que tienes de ti misma
es falsa,
sorry por decírtelo,
pero eres muy care e palo
no puedes ser tan re diabla,
o sea,
ambos sabemos
dónde pusimos las plantas
dobladas de lado, paradas,
sobre el frío Parquets,
entre los diversos géneros
por no decir otras palabras,
así que no me vengas con esa
de la virgencita santa y otros
chamullos parecidos,
al pan pan y al vino vino.



No hay comentarios.: