Mira plataforma virtual
o ropita sucia,
ventanita grande
y repugnante,
por fuera
y por dentro
abierta en pleno invierno
a la vecinita de enfrente con antojo
de mostrarnos
-todo el día-
su enorme y repugnante
trasero,
-no de veinte-
mira ventanita luminosa,
que me tienes chato
de morirme
de ganas de verte
de empujarme a
palidecerte
y suspirarte,
por abandonarme,
a cuanta ridiculez
vomitada en el altar
de tu bien amoblado cité
toda esa,
estulticia de
auto convocados
adeptos
-yo all inclusiv-
gran trasero de la red,
donde van a morir
los paquidermos,
que han carecido
de suficientes curas párrocos y pastores
que publican cada rulo
y asqueroso acápite bífido
que expelen
porque
doy asco ¿sabes?
inspiro desconfianza
al reflejarme
y no se puede,
me repito,
mientras muevo mi cabeza como un monje,
todo renuente
¿cómo tanto?
¿qué clase de ser vivo o mutancia en pena?
¿o gangrena, o tedio insípido, o aburrimiento disconforme?
¿o vaho inhalante o sustancia ilícita, pasándola piola?
por este sitio
que es el culo (insípido) de la red,
-puesto que todos acaban
emergiendo
por ella-
publicando cada gas
y ruidito nauseabundo
que evaporan sus menudencias
yo mismo,
que no hago interferencia alguna
me pliego,
y vivo atrapado
como un desanimado anacoreta sin ser yo mismo,
en medio del susodicho cahuineo bochornoso e inculto,
leyendo tanta huevada junta
y no me enojo conmigo mismo
ni me castigo,
o me perdono,
ni me abofeteo con suficiente impaciencia,
no me inspiro
sino,
solemnemente
no me insto demasiado
a diario,
sino a quedarme callado
y en silencio
puro pensándola,
sin decidirme a cerrar mi perfil
de una.
…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario