Este es el caso:
vamos por un camino
desconocido,
sin ubicarnos muy bien
por las calles,
ni c/ la cara de nuestros
nuevos vecinos, somos,
como dos cabros chicos
relativamente inocentes
amanecer y atardecer
no nos dan lo mismo,
ni ese ruido de los bosques
o esa rompiente esquiva,
el murmullo de los transeúntes,
no se nos ha vuelto indiferente
todavía
vamos aprehendiendo
paso a paso, como los niños
en su primer día de clases;
y hay más que suficientes
abecedarios a la deriva,
rostros de personas por ej.,
c/ sus alborotadoras risas,
o sus gestos
te propongo que avancemos
pero con cuidado,
o si prefieres de la mano,
por entremedio
de algunas cosas sencillas
que poseo,
y que en una de esas,
pudieran ayudarte:
ambas manos
con sus dedos,
o mi cabello
cuando está crecido,
esa voz en el celu,
el ojo derecho
o el izquierdo,
o alternadamente,
la planta de los pies
con los brazos en jarra
hay avenidas atestadas
de estos nuevos residentes,
y en el borde de esta playa,
todavía no se disipa
completamente la espuma.
…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario