Era un cuarto limpio, ordenado y agradable
era una habitación vacía por dentro pero ligeramente tibia
un espacio en blanco, pero en apariencia afable
un rincón callado pero lleno de silencios de vereda
en ese ambiente plácido de algún ensueño irrealizable
a la vuelta de una esquina o de una calle descendiendo
inolvidable, e impronunciable mientras sucedía
impracticable en tanto sombras proyectaban nuestras lunas
noches dulces, amarradas a la curva de una curva
en la amapola descubierta de tu enjambre
en el contorno sacudiéndose del cielo
entre las bárbaras caricias de una incógnita
¿vendrás o no vendrás o habrá que despojarse del recuerdo?
desempolvando aquellos labios como una órbita,
un asteroide alguna estrella que ha llegado al suelo,
a una ventana reposada, mientras conversábamos
como esas madrugadas de antaño, sentados solos, frente a una pc en silencio.
2 comentarios:
Bello lugar el que describes... es acaso solo el lugar?...
Mirar por las ventanas hacia dentro, ultimamente se ha transformado en deporte
No miré hacia dentro, mm...
No recuerdo mucho... ya sabes, toy trabajando con la memoria =P
Saludos, curiosa...
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