La chica en cuestión
se fue pal norte,
se fudé,
se trasladó,
se hizo el polvo
del cemento
la minoca,
la preciosa,
la fantasma
-infarto a la sazón-
si les contara
recién me había subido a una micro
atestada de conversos,
celebrando el rancio culebrón
micro canuta,
atravezando aquel sopor del puerto
en fin,
con ritmo acelerado
-lo de menos-
yo la recordaba ahí, entremedio,
toda de negro,
capturado de cabeza,
x sus medias c/ diseños
de telaraña en flor
la micro avanzaba pesadamente,
las personas se felicitaban
se daban,
puros abrazos, tremendos
la ciudad era un carrusel en sí misma,
yo trataba de no pensar en ella,
como alejándola del medio cumbión
todo ruido,
olor a inciensos
niños reventando globos,
señoras del cerro,
llenas de paquetes
¿dónde estarás bebé, en este preciso momento?
¿bajo qué clase de oscuridad?
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