Es la naranja en su perfume
dentro de una micro,
acelerando rauda
por el cerro,
rodeando unas casetas muy bonitas
con un niño
que se aferra
a su deshilachado asiento,
mientras la carreta de oxido
da unos saltos
trepidantes de carnero
y pienso en sumo
de naranja en el ambiente,
y en su neblina anaranjada
como blancas gotas de rocío
el niño juega a desabotonar
una naranja en el pasillo,
se levanta
y va hacia
donde está la madre
la naranja se deshace
entre sus labios,
se abre y saltan
ácidos, los surtidores
pienso en el milagro de
los besos de una madre,
y en los secretos naturales
de tan pequeña y aromática fruta
pienso en esto,
mientras que la micro avanza
o retrocede, nadie sabe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario