S/C...

Hoy he comprobado algo

Bb.

Mm.

me gusta mucho besar

y dar abrazos

y oler a la mujer

y mirar en los detalles de su rostro

Mm.

y sentir

lo que se esconde

en el vacío

al descubierto de sus ojos

hoy he persistido en fastidiarme

en ese rito,

impenetrable

y sofocante de las horas

hoy en esta tarde,

mientras perfumabas

las terrazas con tu encanto,

me he concentrado en observarte

atentamente

o talvez,

demasiado.

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Es rico besar sabes

tocar y acariciar un rostro

pero es frustrante

no poder hacerlo

cuando de verdad lo tienes

en tus manos

como un ave

cuando canta,

y dejas que se instale

con su canto

y nada puedes,

más que contemplarla

tiernamente, y

de manera infructuosa

y dentro de tu cuerpo

la sangre fluye,

como escapando

y no se puede

sino, congelarse

en el momento,

como un objeto

inanimado

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Nunca se

qué clase de preguntas te haces,

y aunque me las digas

-las expongas claramente-

rara vez penetro

en ese oscuro

laberinto tuyo

tus destrezas

mi bb.

me son inalcanzables,

tus espasmos,

inaudibles

cada uno de tus brazos

no me cogen,

no me apresan,

me separan de mi cuerpo

haces con mis dedos,

teclas horribles

así son uds. juegan

se divierten, luego

nos bostezan

nos trituran con los ojos

como hacen las mujeres,

cuando marchan adelante,

con denuedo.

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Un poeta que la piensa,

es un poeta en pocas horas

un constructor

de parabienes,

reelaborando

a multitudes

un poeta que se esconda,

no es lo mismo,

que otro que huye

un poeta

no es un rinoceronte,

ni es inocente

de todo mal.

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A esta altura del partido

es innegable,

el tiempo

ha hecho su trabajo

ha cavado en ambas direcciones,

se ha ocultado entre arrumacos

juegos, labios

indefiniciones

después de tanta

carita dulce,

ojos en blanco,

¿qué es lo que ha quedado?

sino

una distancia enorme

e insalvable

-a ratos-

el tiempo ha comenzado

a desplazarte,

en su poema largo

dentro de aquel libro

misterioso,

que me regalaste,

en medio de ese frío

con abrazos,

que ahora aturde

el tiempo

que ha callado

inútilmente

aquellos labios,

déjame decirte,

vanamente

y demasiado

porque nada

ha sido indiferente,

o ignorado

-aquel

oscuro trance-

mi bb.

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Un poema no da

lugar a la duda

¿o si?

porque, nada queda

o sobrevive,

ante esos ojos

volcánicos

mujer,

nada le resulta

al hombre,

cómodamente

instalado

en su poema

nada que suponga

sino cruces,

e indiferencia

frialdad

a manos llenas,

dando

la impresión

de cercanía,

equivocadamente

yo describo

tu presencia,

anoche

yo relato

o te hago,

copartícipe

te abandono en el

altar de la patria,

para que el resto

te admire,

eternamente

¿o eso ya es pedir mucho?

¿demasiado?