Ella besa el aire
y hace un nido
y resplandece
y anda x sus labios
como en un aroma
cómplice
que aturde y fluye,
y hace añicos
o desarma al hombre
apenas amanece
y en su cuerpo inerme,
se desdobla
o mientras frunce el ceño
en su mala maniobra
o decapita al mal nacido
autor de ciertas composiciones
y en su cerebro se concentran
esos latidos pero descartables
y de su pecho nacen besos
de ceniza dulce, y a granel
-en vano-
y un alimento es re elaborado
en una plaza pública
a la intemperie
o mientras que ella,
se escabulle de si misma
inútilmente despistando.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario