Vengo de la plaza a recordarte,
o
de Playa Ancha, mientras tanto
merodeando
un mirador
con árboles
dentaduras chacoteando,
con tus sweater
horas de una clase,
una mañana, x
café y miradas
o
cigarrillos cómplices
tú que me
observabas, pero
yo, sin observarme
me desplazabas
o era que gustaba
de sentirme el lindo
-imbécil-
o éramos
distintos, dos pinceles,
dos espátulas
mezclándose
llaves
que abren
unas puertas,
clausuradas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario