Dejaste la escoba
llegaste, partiste
no, si, ni un problema que
el problema lo tengo yo,
ahora
y siempre
que no abro los ojos
y no duermo, no
despierto ni en tu nombre.
Este es un espacio dedicado a las Artes, con todo lo que ello implica. "De estas soledades hay que hacer una experiencia. Oídos nuevos para una música nueva. Nuevos ojos para las cosas más lejanas. Una conciencia nueva para verdades que hasta ahora han permanecido mudas…" (Friedrich Nietzsche)
Piensa en la palabra escrita
arriba de una micro
por la ventana sucia
de una 501
rumbo intergaláctico a Placeres
piensa en todos los temas a tratar
a partir de esas micro comedias
tan particulares
que nunca ocupan a alguien
o que jamás a ninguno
se le ha ocurrido
versos triunfadores a la vuelta de la esquina
versos para volverlas locas a todas,
o bien, dementes de la risa
o por los que se mueren
de la impaciencia
los sujetos silenciosos de la vida
aquellos que desaparecen
en capullos de bostezos
bajo una cornisa, seguros
o inventariando sus promesas
o desestimando sus recursos
dilapidando una estrategia,
o desempolvando algún orgullo
entretejiéndose a una jineta
sobre sus hombros demasiado hendidos
de pasajero triste, en una micro,
entumecido en el sopor de un largo viaje.
Si hemos de tratar a los versos
que sea con cariño
¿si?
si hemos de contemplar una pintura
démonos el tiempo suficiente
¿ok?
si una escultura nos asalta
en medio del camino,
veámosla ¿qué te parece?
el asunto es oír
muy detenidamente
toda la música
el punto está en sentarse
con uno mismo, tan sólo
por un momento a veces
no hay una idea fija
ni un desconsuelo,
ni un tormento que te derribe
el todo va al hombre como un silbido,
que permanece
aún más allá de él mismo
desmenuzándolo
por partes,
pero con cuidado y cariño de padre
con el afecto de un arte sencillo
como un secreto escaparate
donde la mano de un destino escribe
y pues
escriba usted también
entonces,
escriba con delirio pues, este delito
hágase la pieza fundamental de este circuito, y dance.
Que el resto de la camada se entere,
dan para largo las explicaciones,
la serie de equivocaciones cometidas,
partiendo por el nombre de bautismo,
la pila bautismal o el agua bendita,
algo estuvo errado desde el comienzo,
el tiro por la culata salió de alguna parte.
No señor,
a Usted no le bastan
todos esos muertos,
busca usted
hacernos una guerra
permanente,
quiere confundir
los cuerpos
y los quiere
todavía más, con saña
ahí, en perfecta comunión
o descomposición,
según prefiera,
resueltos a tutearnos
mutuamente,
o llenos de ira, raquíticos,
llanos a su desprecio
y tal vez no haya problemas
Señor,
Usted es quien decide,
nuestro frío
a Usted le da lo mismo,
no tendría de qué preocuparse,
todos caeremos
x igual desde la fosa al otro sitio
¿Mala cara?
¿Mala cara porqué?
Usted se equivoca.
Tienes ilusión de fuego
gente paseando,
labios gruesos,
pronuncio con ellos tu nombre,
escarbo en la urbe tu primer paisaje
reclamo entre tus piedras
acumulándose
y es horrible estarse inquieto
desafiante
díscolo
atolondrado al mundo,
como un hereje confundiéndose.
Escribí muy serio tantos años
con el agua hasta los dientes,
gesticulando, haciendo travesuras,
plataformas irreales, angustiado hasta
la risa, como un rey sin privilegios
yo era un inconformista,
que se hartaba con muy poco,
hasta que, como suele suceder
llegó ella y sí, ella, ella misma,
a poner sus bombas en la corte
a volar los puentes care palo,
despertando a ½ mundo con balizas,
y era imposible comprenderlo,
que esas cosas, no se ven todos los días,
comencé a sentirme equivocado,
desilusionado del sistema de esta vida,
mi perfecta realidad ya no estaba funcionando,
ella dejó la crema con poquito
y no hablo de su cuerpo bien cuidado
o de su espíritu, fue un asunto muy casual
causal digamos, el, topármela.
Deja que te eleve a los altares
de mi propia equivocación,
un día cualquiera
sobre un jardín evanescente
que te abrase en mi presencia,
un día cálido, en felicidad extrema
permite que te bese en todas partes,
c/ singular ferocidad, como animales
o déjame del todo
como nunca deba abandonarte
y yo perezca, en regla,
por tu fragilidad apenas por un día.
De su amor espero chispa,
fuego cartilaginoso,
error y sí, terror algunas veces,
un cuerpo
pero ¿para qué quiero un cuerpo?
no tiene sentido,
querer x esas cosas a las personas,
es mejor salir a tocar los timbres.
El amor no va a quejarse
pasa todo el tiempo
aquí dormido, aguarda,
es un reflejo de si mismo
en circunstancia pero bueno,
no hay de qué asustarse,
ser un monstruo al hoy
carece de importancia,
dulce almíbar es su imagen
puro amor sonrosado x ella,
como c/ los temas internacionales
el amor es carne de polémica,
truco fantasma
una concesión a la paz
o esa secreta militancia,
que no todos poseemos.
Fiera vive
en su
peregrinaje
eterno
de rabiosas
relaciones
con el medio
huyendo
acorazada en
permanentes
malos sueños
recostada
y de costado
sobre huesos
dentro del cubil,
desordenado
y estrecho
viste de calzado
y con ropajes negros
come poco
y duerme en
su silencio
su cabello
se le desordena
con el viento
sus palabras
son de acero,
termo laminado y yermo
regurgita
atesorando
sus deseos
como trepando
inversamente,
al árbol seco
de sus muy oscurecidas lágrimas.
Tú que sabes y que lees estos mensajes no fingidos,
mi consulta:
¿dónde habita aquel sentido?
¿aquel dolor primero?
¿dónde aquellos besos tan ligeros, mínimos?
¿el desastre de callarse estos sonidos?
¿la preciosa lucidez de aquellos sueños?
¿el triste sol, de mis lunáticos anhelos?
¿la divisa más tierna, dentro de tu cuerpo?
yo que me hago parte del mensaje
tengo claro lo perdido,
y lo ganado en todas partes
me arrebata al sinsentido
y lo tengo que escribir,
y redactarlo en cirílico
debo ponerlo por escrito,
quizá pintarlo
quizá advertirlo,
quizá salir del cascaron de los olvidos
permanecer en tu silencio
al frente y escondido,
o en los demás ausente
y confundido
crujir de vez en cuando,
como un madero herido
como una cruz sin sangre,
como un recado paralítico
tú
que desconoces lo que escribo,
no me pesques solo vete,
acompañada de mi mano
siempre coludido,
siempre contigo,
pero siempre.
La condición es trágica
y el parecido tísico
la sensación dramática
y la pesadez sin brillo
esta belleza ya no
marcha ahí contigo
ni esos fraudes
bacanales
ni esos postigos
lo que sienta no le cuadra
y ni le es preciso
no reporta utilidades
ni hace ruido
no se asoma ni de frente
y le hace añicos
diga que el desastre
guarda un parecido
con su pétrea sombra breve.
He mentido
he dicho sí ok,
te felicito
he pronunciado
las palabras
sin sentirlo
he ocultado
entre esos
vítores mi sino
he dejado pero
en claro
el sinsentido
he tenido que
esconderme en
un atillo
pernoctar
en un recuerdo
forajido
presentarme
ante el secreto
de mi mismo
hacer como
si todo
fuese en vilo
renunciar muy
presuntuoso
al aire mismo
no
no
me la creo
ni yo mismo
¿que esto que
me pasa,
es por jodío?
¿por inepto y por
rampante por
fingido?
¿por vestirme
así de traje,
típico?
¿es por idiota?.
Hoy
por estos días,
ya no quiero conocerte
ya no quiero
sobrellevar
tu prisa,
tú bostezo
ni esas sandalias
de cemento
o esas caricias
ni el desencuentro
en la perfidia
de esos besos
ni la pereza en
todo momento
en definitiva
me deshago
de tus huesos,
dentro
de sus pulcras tarjetitas,
azules
que los guarden
otros de trofeo
no me jodas con el cuento
de esa blanca timidez
de estafador confeso
de rodillas.
Por cada segundo que pasas ahí
Ya nada tengo que ver contigo
No practico ahí en tus fauces,
Ni me destrozo en la presencia de tu lengua,
No hago tal con ir a verte,
No te enciendo mis velas ni mis ruegos,
No te encuentro en mis callados sueños,
Ni en las más horrendas pesadillas
No hago abdominales en tu nombre,
Tu voz no me transmite sino muerte,
Tu esperanza ahora me importa un bledo,
Tu y tus señuelos hoy me son indiferentes,
Tu ternura se me duerme en paños fríos
Tu piel se escapa de las manos de mis ojos,
Y ese aroma antes indeleble, ya no huele,
Tu sabor acaramelado, me indigesta,
Tu presencia no me da ni para espíritu,
Tu memoria sufre del alzheimer de los tiempos
Ninguna relación,
Ni en lo más mínimo,
No hay un brote
Ni un suspiro,
Un abrazo sencillo
Un gesto amable,
Toque de trompeta, redobles, silbidos
Ninguno llama al otro, a media noche
Al acostarse no hay latidos,
Al levantarse no se te recuerda,
A la hora de la ducha no te bañas conmigo,
Ni al desayuno te encuentro en mi mesa,
No untas mi pan, ni me alcanzas la tetera,
No me escuchas,
No conversas,
No salimos juntos a la calle
No nos subimos a la misma micro,
Ni hago tal, de pagarte el pasaje,
No nos sentamos uno al lado del otro,
Ni me quedo ni te espero en el pasillo,
No procuro hablarte ni te miro,
No rozo pero, ni casualmente tu cuerpo,
Al bajarme del transporte no te pillo,
Nunca sé muy bien a dónde llegas,
Mis caminos ya parecen los de otros.
Si lo pienso humildemente,
se de ti
incluso ahora
¿qué es lo que pretendes
que deshaga con tus horas?
¿qué es lo que la furia del invierno
no ha logrado arrebatarme?
¿qué es lo que se esconde como
un muerto
en cada lágrima curiosa?
¿donde estos abrazos se
han cerrado sin sentido?
acariciado inútilmente
o simplemente herido
dime
¿qué es lo que
pretende tu mirada?
que me vuelve
un cómplice del sueño
me complica, pero entero
yo hice pactos con señuelos,
fui cayendo, muy deprisa
convertido inútilmente
a puros huesos
me soltaban unos perros
y caramba, apenas huía
fui un desastre de energúmeno
mal confidente de un deceso
tufillo a arsénico,
no tenía ni la talla
ni la pinta, en fin
a duras penas,
he salvado con tu vida
a duras penas,
he arrancado con lo puesto.
Dime del lugar en que naciste
de esa gente cerca de ti
de cuántas personas has conocido
de eso tiempos difíciles por los que pasaste
dime en la tranquilidad de tus espacios
dónde es que te escondes
cuando los malos momentos arrecian
como torvos forajidos
dónde se enmaraña tu sonrisa
en medio de tanto gris cemento,
y cómo te las arreglas para lucir
tan estupenda, todo el tiempo
dime dónde nacen esos sueños
que te inundan,
dónde la esperanza por ver mundos mejores,
dime en qué preciso momento
dejas que una lágrima furtiva
sea derramada en tu silencio
me hago tantas preguntas similares
me contesto sólo a veces
pobremente es cierto,
pues no llego a comprenderte
enteramente
más lo intento, créeme.
Añoro esos patios húmedos del cerro,
de esa casa de techo muy alto,
con esas ventanas que se extraviaban allá arriba,
esos dinteles de puertas, inabarcables
a la mirada de un mocoso sencillo
añoro aquellas calles al atardecer
con sus aceras llenándose de pasto
y esas señoras con sus bolsos de mantel
arrancándoseles el cilantro desde dentro
echo de menos a
la hermana chica de
o al Marcelo con sus muchos juguetes
desparramados, al pie de la escalera
extraño ver caer la noche
en el centro de ese patio de la infancia,
bajo esa techumbre de plástico verde,
con los gatos jugueteando bajo una cama
a veces tengo sueños con estos lugares,
a veces no siempre, pero los recuerdo,
muy entrañablemente
como si en la calma de la noche
una crecida del destino misteriosa
y silenciosamente, me los arrebatara.