He aquí que la búsqueda de un sentido se reduce,
a la pérdida
de aquel sentido
no deseo sino aquello que llega
y se da en su instante mismo,
el resto,
sólo es vapor
ruido
gestos
no importando mi buena o mala suerte o mi lógica
lo que busque o me sea ofrecido
lo real e importante,
es vivir y convivir en paz con uno mismo,
siempre claros,
de la falta absoluta de certidumbres y seguridades
no importando cuánto nos duela,
o qué tan injusto nos suene al que llaman destino
mi rabia y tentación de nada sirven,
sólo propician el dolor y la pena,
y es una madre escandalosa,
para los equívocos.
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