jueves, mayo 07, 2009

s/c...



He recibido ciertas llamadas, ustedes no saben,
dicen que no hablan y hasta a veces, no responden,
ruidos de inframundo al otro lado, como decapitados ratones,
dentro de una celda, una célula de la desesperación se rompe

he recibido unas extrañas señales estos días,
citaciones al cansancio apenas dando luces,
he tenido que apretar ciertos botones de mi testera
para declararme no culpable por delitos comunes, inconfesables

nunca jamás
cometidos por mi doble

ha sonado les repito, audiencia,
ha chirreado mi celular, atrozmente,
como un lechón apretujado sobre su vientre,
ondeando en el hocico, una manzana blanca, pudriéndose

se ha declarado en rebeldía mi propia muerte,
luego del accidente inconfesable de esta vida,
llamadas al orden, vituperios insoslayables y ráfagas,
han deseado derribarme, cual si fuera una mandrágora

y he ahí, mi auricular prendiéndose,
aterrizándome de golpe hasta las plumas innombrables,
como un desierto de aves matutinas muertas,
métale que métale, llamándome por otro nombre.


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