lunes, diciembre 29, 2008

Poema del hijo

I
¡Un hijo, un hijo, un hijo! Yo quise un hijo tuyo
y mío, allá en los días del éxtasis ardiente,
en los que hasta mis huesos temblaron de tu arrullo
y un ancho resplandor creció sobre mi frente.
Decía: ¡un hijo!, como el árbol conmovido
de primavera alarga sus yemas hacia el cielo.
¡Un hijo con los ojos de Cristo engrandecidos,
la frente de estupor y los labios de anhelo!
Sus brazos en guirnalda a mi cuello trenzados;
el río de mi vida bajando a él, fecundo,
y mis entrañas como perfume derramado
ungiendo con su marcha las colinas del mundo.
Al cruzar una madre grávida, la miramos
con los labios convulsos y los ojos de ruego,
cuando en las multitudes con nuestro amor pasamos.
¡Y un niño de ojos dulces nos dejó como ciegos!
En las noches, insomne de dicha y de visiones,
la lujuria de fuego no descendió a mi lecho.
Para el que nacería vestido de canciones
yo extendía mi brazo, yo ahuecaba mi pecho…
El sol no parecíame, para bañarlo, intenso;
mirándome, yo odiaba, por toscas, mis rodillas;
mi corazón, confuso, temblaba al don inmenso;
¡y un llanto de humildad regaba mis mejillas!
Y no temí a la muerte, disgregadora impura;
los ojos de él libraron los tuyos de la nada,
y a la mañana espléndida o a la luz insegura
yo hubiera caminado bajo de esa mirada…

II

Ahora tengo treinta años, y mis sienes jaspea
la ceniza precoz de la muerte. En mis días,
como la lluvia eterna de los polos, gotea
la amargura con lágrimas lentas, salobre y fría.
Mientras arde la llama del pino, sosegada,
mirando a mis entrañas pienso qué hubiera sido
un hijo mío, infante con mi boca cansada,
mi amargo corazón y mi voz de vencido.
Y con tu corazón, el fruto de veneno,
y tus labios que hubieran otra vez renegado.
Cuarenta lunas él no durmiera en mi seno,
que sólo por ser tuyo me hubiese abandonado.
Y en qué huertas en flor, junto a qué aguas corrientes
lavara, en primavera, su sangre de mi pena,
si fui triste en las landas y en las tierras clementes,
y en toda tarde mística hablaría en sus venas.
Y el horror de que un día, con la boca quemante
de rencor, me dijera lo que dije a mi padre:
«¿Por qué ha sido fecunda tu carne sollozante
y se henchieron de néctar los pechos de mi madre?»
Siento el amargo goce de que duermas abajo
en tu lecho de tierra, y un hijo no meciera
mi mano, por dormir yo también sin trabajos
y sin remordimientos, bajo una zarza fiera.
Porque yo no cerrara los párpados, y loca
escuchase a través de la muerte, y me hincara,
deshechas las rodillas, retorcida la boca,
si lo viera pasar con mi fiebre en su cara.
Y la tregua de Dios a mí no descendiera:
en la carne inocente me hirieran los malvados,
y por la eternidad mis venas exprimieran
sobre mis hijos de ojos y de frente extasiados.
¡Bendito pecho mío en que a mis gentes hundo
y bendito mi vientre en que mi raza muere!
¡La cara de mi madre ya no irá por el mundo
ni su voz sobre el viento, trocada en miserere!
La selva hecha cenizas retoñará cien veces
y caerá cien veces, bajo el hacha, madura.
Caeré para no alzarme en el mes de las mieses;
conmigo entran los míos a la noche que dura.
Y como si pagara la deuda de una raza,
taladran los dolores mi pecho cual colmena.
Vivo una vida entera en cada hora que pasa;
como el río hacia el mar, van amargas mis venas.
Mis pobres muertos miran el sol y los ponientes
con un ansia tremenda, porque ya en mí se ciegan.
Se me cansan los labios de las preces fervientes
que antes que yo enmudezca por mi canción entregan.
No sembré por mi troje, no enseñé para hacerme
un brazo con amor para la hora postrera,
cuando mi cuello roto no pueda sostenerme
y mi mano tantee la sábana ligera.
Apacenté los hijos ajenos, colmé el troje
con los trigos divinos, y sólo a Ti espero,
¡Padre nuestro que estás en los cielos!, recoge
mi cabeza mendiga, si en esta noche muero.

Gabriela Mistral

martes, diciembre 23, 2008

EL POETA Y LA MUERTE

Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
Ya el sol en torre y torre; los martillos
en yunque - yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
"Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas...

Antonio Machado

jueves, diciembre 04, 2008

Un episodio breve (cuento)


Mato una mosca con la mano. Se levantó y se dirigió hasta al baño para lavarla. No encontró jabón, así que abrió lo suficiente la llave, para sentir su palma completamente limpia. Se fue a la cocina y destapó una cerveza del refrigerador. Observó por la ventanilla que daba al patio a su mujer jardineando. El sol de la tarde, se colaba por la persiana verde, cubierta de plástico.

Tomó un par de copas y se dirigió a hasta la pieza del computador. Se sentó en el sofá cama, se acercó al teclado y vertió la cerveza en las dos copas. Se quedó esperando mirando la pantalla. Luego dio un sorbo a su copa servida, y repasó en su mente la historia que había planeado desde la mañana.

Dicha historia versaba sobre un joven matrimonio, recién instalado en un pueblo de más al norte. Ambos profesores. Ella una mujer delgada y silenciosa, hija única de un acaudalado empresario minero. Él, un tipo alto de barba clara y abultado abdomen, titulado hacía un par de meses, en una tradicional universidad capitalina.

En dicha historia al maestro, había dado en llamarle Javier Solanas. Quien se encontraba en espera de un cupo de maestro, en un prestigioso colegio Jesuita del pueblo. En tanto que a ella, de nombre Graciela Alvarado Menezes, había procurado la noble tarea de acompañarle en el cuidado del terreno, heredado de sus padres recientemente fallecidos, unos seis meses atrás, en un lamentable accidente aéreo.

Hasta aquí había avanzado con su relato.

Mientras tecleaba, su mujer trabajaba afanosamente en la limpieza del patio, hasta donde había llevado seis macetas plásticas, con distintas flores, traídas de un invernadero de propiedad paterna, en las afueras de la capital.

Se escuchaba al otro lado de la habitación el rastrillo, rasgando una y otra vez sobre la tierra, y de fondo a las aves que anidaban en el sitio colindante al terreno, donde se erguían imponentes, cuatro frondosos sauces, al pie de un angosto cauce de riego.

Él la imaginaba en shorts ocres y polera blanca. Y a ratos se preguntaba si debía ayudarla o continuaba con su trabajo, frente a la pantalla de la PC.

Finalmente resolvió asistirla. Tomó el rastrillo del suelo y comenzó un poco a tientas, a rasguñar sobre una mezcla de tierra grisácea y huevillo, recubierta por un delgado pelillo amarillo, todo reseco.

Ella arrancaba la maleza con unos guantes grises de género. Juntando la hierba cortada en una esquina mientras él, ahora con el azadón en las manos, se quedaba de a momentos muy quieto, mirándola.

La casa no era grande. Cuatro habitaciones pequeñas, la cocina y el baño, más un patio cubierto de matorrales secándose, bajo un tendedero hecho con cables telefónicos, apoyados en dos largos tubulares de fierro oxidado.

La habitación donde escribía estaba casi desnuda. Un sofá cama y una silla reclinable junto a la computadora, sin imágenes pegadas en los muros o fotografías enmarcadas, sobre el único mueble instalado junto al escritorio.

Trabajaron hasta bien entrada la noche. Luego ella regó un poco, y él guardó las herramientas en un cajón, junto a los peldaños de la cocina.

Para entonces, sólo el ruido del computador se escuchaba al interior de las habitaciones, y de tanto en tanto, algunos grillos entre la maleza que restaba por quitar.

Cuando él regresó hasta su silla, la habitación se encontraba en penumbras. Con la ventana del patio entreabierta y el visillo ligeramente descorrido por el viento. Prendió la luz y descubrió contrariado, una decena de moscas, mosquitos y moscardones, de muy distintos tamaños diseminados entre el sofá y el cielo raso. Como negras pecas o grotescas costras oscuras, inmóviles.

Se quedó en el dintel de la puerta un instante, contemplando la desagradable sorpresa. Recordando imágenes de la TV, las que luego desechó por fantasiosas. Pensó en la faenadora de carne al otro lado del río, e incluso en el insoportable calor de toda esa semana, en la zona central del país.

Se dirigió tras el esquinero, a desconectar la pastilla de veneno y luego, fue en busca de un matamoscas celeste, colgado tras la puerta del baño.

Ella entró a la cocina y lo vio atravesar el pasillo, en dirección al dormitorio, sin cruzar palabra alguna. Sólo al llegar a la habitación y prender las luces, se percataron de la presencia de otra docena de moscas, posadas lúgubremente sobre las almohadas y los dos veladores. Dos o tres reposaban sobre las frazadas y otro par revoloteaba en lo alto, alrededor de la ampolleta de centro, acompañadas esta vez por tres o cuatro polillas, y una enorme mariposa nocturna.

Se miraron sorprendidos y ligeramente asqueados, pero ninguno pronunció una palabra. Repitieron desconectando las pastillas de veneno y después aguardaron.

Él mantenía en su mano el matamoscas, y calculando la distancia más corta, asestó un violento golpe sobre la díptera más cercana. Dos pequeñas manchas negras y rojas quedaron en la rejilla plástica. Luego intentó sobre otras dos en una pared, pero esta vez sin mucho éxito. Persistió en sus intentos y logró contabilizar a seis. Al cabo de un rato en apariencia, las había exterminado a todas. Ella cogió de la mano de él el matamoscas, y prosiguió con la tarea en la pieza contigua. Y así por el pasillo hasta el comedor, intercalando movimientos violentos con gestos sutiles. Caminando y observando en derredor con sumo cuidado para no delatarse.

Cada tanto él le susurraba, para indicarle la proximidad de una díptera, o le señalaba con los dedos el repentino vuelo de una polilla hacia la pieza de al lado. En esto estuvieron un buen rato, al cabo del cual, convinieron en pasar a la cocina a prepararse un par de sándwiches con bebidas, para descansar.

Abrieron las puertas del muebles, y sacaron el pan de molde, la crema, una bolsa con tomates y un enorme palta negra. Se dirigieron al comedor y se sentaron a la mesa. Allí pasaron media hora entre el silencio y la penumbra. Percibiendo cada tanto, el vuelo rasante de un mosquito o el deambular cercano, de un chirriante moscardón.

Recogieron los dos platos y luego prosiguieron con la tarea. Ambos estaban de acuerdo en exterminar de la casa, a la amenaza recién descubierta. Así que cerraron las ventanas de todas las habitaciones, y desenchufaron el resto de las pastillas con el veneno verde. Prendieron las luces de cada pieza y comenzaron con la barrida metro a metro, centímetro por centímetro. Esparcieron insecticida en aerosol en pequeñas cantidades, en lugares predeterminados y específicos. Nuevamente se turnaron con el matamoscas cuando la presa estaba a un palmo de distancia. Avanzando despacio. Muy lentamente. Casi agazapados.

Poco antes de la medianoche, dieron con el último espécimen, rascándose con las patas traseras sobre la pantalla del PC. Calcularon con tiempo ese golpe, para no dejar una marca irremediable en el equipo. Luego, limpiaron con un trapo naranjo, rociándole desinfectante.

Él tomó la aspiradora y la pasó por el piso alfombrado con diminutos cadáveres negros. De algunos, sólo quedaba un ala suelta o una pata nerviosa, medio recogiéndose. En otros, un pedazo de abdomen con una o dos patas adheridas. Estaban regados por casi toda la casa. Algunas de estas manchas se arrastraban pesadamente, bajo la cómoda o la cama. Otras, sacudían inútilmente sus extremidades en el aire, como arrancando. De las polillas, sólo quedaba un polvo gris brillante, y de los mosquitos, un amasijo de patas con alas irreconocible. La mariposa nocturna, yacía reventada contra una pared en el dormitorio de ellos. También fue retirada.

Finalmente, una pequeña corte de diminutas moscas fue descubierta, diseminada entre el pasillo y la pieza donde ronroneaba el PC.

Acabaron de trapear en las paredes y después de eso, cada uno retomó lo que adeudaba de sus actividades.

Él continuó con sus escritos y ella optó por tomarse una ducha. Fue hasta el calefón y regresó con una gruesa toalla del tendedero. Él observó la botella de cerveza vacía, y una cajetilla de cigarros a medio terminar. Miró en la pantalla el cursor apenas tintineante. Presionó Enter, y se extendió en otra media docena de párrafos más.

viernes, noviembre 28, 2008

Cuento.


Reconoció su rostro en el espejo y en él, a un par de pliegues por las sábanas. Los ojos hinchados y en la boca, un monedero abultado, descascarándose.

Aquella madrugada fue demasiada para su cuerpo exánime. En la misma habitación de un par de semanas antes, ahora tendida boca abajo con las palmas extendidas bajo las almohadas.

La observaban dos espejos biselados, uno a cada lado sobre las paredes recién estucadas.

Revisó en su bolso buscando cigarros, pero estaban en el suelo desparramados a un costado de la cama. Cogió uno, y luego otro, pero no los encendió, y se quedó pensando en la ciudad al otro lado de los visillos.

Deslizó la planta de sus pies a través de la colcha, al tiempo que desenredaba con flojera, las hebras de su cabello.

Estaba cansada y ligeramente nerviosa. No deseaba acordarse pero la traicionaban aquellos flashes de la noche. De repente algunas voces, pero ninguna palabra.

Recogió su brazo derecho, y lo colocó entre sus piernas apretando suavemente, mientras sentía el calor disipándose. Luego, respiró hondo. Se percató con extrañeza, de que no lograba sonreír y con esfuerzo obtuvo, sólo una mueca irreconocible.

Se irguió pesadamente para verse en el espejo de la cabecera, pero lo que en ella descubrió, la puso triste.

Recordó por un instante a su padre fallecido, y a su madre en una cama destartalada de hospital.

Se acomodó de lado, como a punto de nacer; mientras desde la calle, se proyectaban unas sombras azuladas.

Al otro lado de la pared, una mucama, comenzaba con el aseo.

martes, noviembre 25, 2008

Abandonada...


Uuff!!

A estas alturas del partido con ese historial promedio, mejor una buena y simpática PLR. Tu coso no te sirve para nada, es más, creo que sólo te produce cefaleas y para aquello, nada mejor que un Tapsín forte con punta de acero bien puesto, total, para triturarse los sesos amargamente y gratis, resulta mejor mamarse la Teletón completa.

Yo les he recomendado en todos los tonos posibles, dejar de pasarla mal amparando seres que no valen la pena, y más encima promediando con ellos como si tuviéramos un karma adherido a la planta del zapato. Por mi parte, insisto, no vale la pena continuar con esas relaciones. Mejor es cortar por lo sano, e invertir en alguien que: o nos guste y llene proporcionalmente más que lo que nos duele, o bien derechamente alguien que nos importe un comino, pero que nos de la mercancía cuando importa. Si no, estaremos siempre a merced de despertarnos con hachazo y medio, o con dolores de muelas y el autoconcepto jibarizado. Y todo por acompañar a él, o la mérmela de turno.

Corazones en verdad solitarios, y con ansias de más en este mundo ¡uníos! Proletarios de la soledad y aquellos que de apoco despiertan a la realidad, no creen que sería mejor, buscarse algo que en serio nutra nuestro ser, y no una lapa sucia que se pase el día chupándonos, la poca energía que llevamos???

¡Chao con las amarguras que sólo nos empujan para abajo!. ¡Pare de sufrir!

Hoy mismo en una tienda, conversaba con varias amigas que empezaban a trabajar en el rubro comercial, todas abrumadas por el stress del nuevo emprendimiento, cansadas pero con empuje. Aperrando en todas, varias de ellas con hijos y más encima, anudadas a hombres que las trataban ahí no más y ellas, las incoherentes y afiebradas por un amor estúpido, no atinaban a nada mejor, que quejarse amargamente soportando que unos brutos connacionales y promedio, se las pelaran todo el tiempo, pasándoselas por el aro. ¡Noooo señores…! Hay que sincerar el desconsuelo de una buena vez.

No más a las relaciones enfermantes y poco juiciosas, que nos tienen al tres y al cuatro, a las querellas y esos estúpidos recuerdos de tiempos mejores. No a las patologías de base que algunos tienen (y que no se dan cuenta).

Y ya que sacas a tu familia al baile, déjame decirte que también exhibo un patético numerito en mi familia. En la misma parada del dejarse hacer de todo, onda que le metan la mano a la billetera como si nada y el pastelito, como si nada, todo en nombre del amor y de su absurdo enamoramiento. Es triste, y no me acabo de convencer.

En fin. Si la vida va a ser vivida a saltitos de mínima felicidad, mejor darle vuelta de una y empezar con otra cosa. Quizá Belén, tu “coso” aún no madura o le falta levadura y hartos gramos pal kilo, qué se yo. Ahora, por lo que te conozco, mejor ve buscando algo mejor y a tu nivel para vivir. Yo aprendí esa lección hace tiempo. No más metidas de pata, o caminar en el aire.

No más insatisfacción. Mejor es que te decidas de una, y lo mandes a freír. Yo por mi lado, te dejo todo mi respaldo en lo que optes por hacer.

Y es cierto mujer. No existe el príncipe azul y mucho menos la princesa encantada. Sólo hombres y mujeres que: o nos convienen o no. Así de fácil.

Besos!!!

La Hora del Cierre

Hoy tengo la cabeza que me estalla, los ojos como papa y mi boquita en cimbra constante, a pesar de los esfuerzos por sonreír.
Ha sido un mes de perros.
La mañana de ayer, me puse a revisar el correo.
Nada particular, excepto por el sitio aquel, mujeres chilenas de treinta, que constantemente me envía información. (A veces es una pesadilla tener facebook.)
La nota hablaba de algo así como “príncipe blog”, entonces me acorde de lo que me dijo mi amigo Javier, el príncipe azul no existe.
Puede que sea una mujer moderna, pero yo aun creo en el príncipe azul, por lo menos hasta ayer creí haberlo encontrado.
No se si se le deba llama príncipe o rey o si un titulo nobiliario es adecuado.
El hecho es que tengo un alguien.
Ahora que intento escribir sobre el, me percato, que mi alguien, mi coso, ¿relación?, no tiene nombre. Ya llevamos casi un año, nuestro aniversario es el 8 de diciembre supuestamente.
No tiene nombre, porque en algún momento dijimos que no le pondríamos nombres, ni pololeo, noviazgo ni nada.
Igual es raro, el otro día fuimos al cumpleaños de una amiga y no encontré nada mejor que presentarlo como “mi coso”.
Nos reímos toda la noche de eso, tanto así que el coso en cuestión se termino amurrando. Pero se le paso, eso es lo bueno de los hombres, no acumulan malas ondas.
Este fin de semana, sin embargo, yo tenía hartas cosas que hacer.
Me tocaba visita familiar, ver a mi mamá y sobrinos, pues hace rato que no los veía.
La verdad es que, aproveche de hacer eso, en vista de que a “mi coso”, le tocaría trabajar.
Le envíe unos mensajes, lo llame un par de veces, le conté que estaba un poco aproblemada por unos asuntos económicos, pero especialmente, porque mi papá se había enojado conmigo.
Mi papá, nuevamente, tan descariñado que lo han de ver.
Me ve en aprietos, se lo cuento, no en son de que me preste ayuda económica o algo, solo como apoyo emocional y en vez de eso ¿que hace? No me pescó, me dijo que ya estaba bueno que creciera un poco, que todos pasamos por eso alguna vez en la vida.
Mi mamá linda preciosa, me dijo que si tenía problemas, podía volver a la casa.
¿Volver a la casa? Pero por dios, ni por nada.
Nuevamente retumba la voz de papá en la cabeza: “Esta es mi casa y estas son mis reglas”
No, no, no, gracias.
Pero le agradezco el gesto, es como sentirse respaldada, que tienes un último recurso antes de dormir bajo un puente. Todavía me acuerdo de cuando íbamos a dar cafecitos y sándwich en el Mapocho, pero esa es otra historia que algún día contare.
Mi papá y sus frases celebres, me dejaron con el corazón apretado y un gran dolor de guata, me recordó, ese cordón umbilical que corte hace años y que aun duele.
Me molesto tanto, tanto, toda la tarde, aleccionándome, que termine chata.
Finalmente me fui de su techo, con mi mamá llorando y mi hermana tratando de arreglar las cosas.
Bueno, esos eventos suceden con los padres, espero que luego se le pase la tontera.
Fue entonces que esperaba que mi coso reaccionara.
Le envié un par de mensajes y nada, a lo más me respondió un ¡…
Si!!, como lo ven, me respondió con un signo de exclamación.
Después que yo le envié el tremendo testamento por mensaje de texto, diciéndole cuanto le extrañaba y cuanto quería verlo.
¿Un signo de exclamación? ¿Que significa eso?
¿Sorry, estoy ocupado, pero igual?
¿O quizás, wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.?
Que se yo.
Ya estaba tan chata del episodio con mi papa, que en vez de llamarlo, simplemente me fui a casa y me acosté a dormir, el tampoco llamó.
Todas las noches con mi coso hablamos, a veces a las tantas de la madrugada. Es que el trabaja hasta tarde y yo, igual me puedo hacer el tiempo, me quedo esperándolo.
Así las cosas, el sábado en la noche no hablamos, cuando en realidad el estaba temprano en casa, pues salía temprano del trabajo.
El domingo, nada, ni un mensaje, ni un llamado.
Entonces comiéndome cualquier rastro de orgullo que existiese en mi ser, le llame.
Me hablo apuradito, diciendo que tenía visitas. Le dije
-OK, no se preocupe, solo te extrañaba, quería hablar contigo, saber de ti.
Patética!!, yo estaba en un montón de atados, le había contado que en esos días necesitaba apoyo y en vez de eso, me pongo comprensiva…
Bueno, me dijo que me enviaría un mensaje apenas se desocupara.
Pasaron 1, 2, 3 horas, no aguante más, lo llame de nuevo y me contesto todo fresco
-alo, si, ¿que quiere ahora?
¿Qué quiere ahora?, ¿que onda?
Le dije sabes, no se si decirte esto o no, pero. Andate a la xuxa!!!.
Le envié unos mensajes picados porque me había echo esperar 3 horas.
Luego el finalmente me envió otro mensaje diciéndome
-Hablemos
Después me envió otro
-Hablemos ahora.
(Mish, me salio déspota).
Pero me trague de nuevo el orgullo y yo lo llame, (el no puede llamarme)…
Le dije que me daba lata que me hiciera esperarlo 3 horas, que porque mejor no me decía que habláramos más tarde… Y podrán creer que este me dijo:
- bueno hablemos como a las 9 o 9:30.
PLOP!!!
Lo espere de nuevo 2 horas más.
Finalmente hablamos un rato, me dijo que entendía que lo extrañara y que en verdad el también me extrañaba.
UFFF!!!, me volvió el alma al cuerpo.
Luego quedamos en que hablaríamos más tarde para el cierre del día, me dijo, te envió un mensaje a las 12:30.
A mi me encanta eso, desde nuestras camitas regalonearnos.
Pero cuando ya eran cerca de la 1 de la madrugada, entonces ya sin orgullo le envié un mensaje:
”Son cerca de la 1.”
Me mensajeo de vuelta.
-¿Quiere hablar?
Después otro
-Espéreme un rato
Que!!??. ¿Espereme un rato? Si lo espere todo el día.
Ya a esas alturas, no tenía ni como contarle lo que me había pasado con el papá.
Igual hablamos, le pregunte como le había ido, ni siquiera me pregunto en que había estado… ya no escuchaba, el era solo bla bla bla para mis oídos.
Paso, igual nos despedimos lindo.
Al día siguiente de nuevo, estuvimos en contacto, nos dijimos cuanto nos queríamos y llego la noche, la hora del cierre.
Todo estaba bien, estábamos a empezando a regalonear, a hablar de cositas ricas, ejem… hasta que al merme, se le ocurrió contarme.
-Hable con xxx… hasta ahí llego mi concentración.
Empecé a buscar en mis registros quien era xxx, y porque?, cuando hablo con xxx?. Eso fue el sábado o el domingo…
Plop!!
Sábado o domingo.
Estaba ocupado?
¿Su signo de exclamación fue porque estaba demasiado ocupado para responderme, pues estaba hablando con otra gente?
Estaba en el PC!!!
Como imaginaran, le hice el medio show...
Termine mal, mal, mal.
No dormí, hoy llegue tarde a todas mis citas. Fatal…
Claro que me sentí pésimo con mi coso, claro que da lata pasar tanta rabia.
Más encima una le cuenta a las amigas y típico que te dicen: deja de justificarlo… por eso están todas ellas solas y solteras.
La verdad es que las mujeres somos bien fregadas
Hoy recibí un mensaje de el deseándome buen día y que no lo odie…
Como poder odiarle.
Eso es lo malo, una pelea con el coso, siempre es con resaca, uno como que no se acuerda mucho de que paso, ni de como y en que momento la sangre comenzó a desviarse a zonas del cerebro bullentes y explosivas.
Porque en el fondo, se que el me quiere mucho, me lo demuestra todo el tiempo.
No es adivino, nunca le dije todo lo que me había pasado.
Me dedique a acumular pequeñas caquitas, hasta que tenía la mansa ni que c…
Ando triste, hay peleas que se deberían evitar.
Hay una canción de Camilo Sesto, dice algo así como búscame y condéname, pero no me ignores.
S/C

lunes, noviembre 24, 2008

Si te he visto no me acuerdo.


No se que tanto problema se arman ustedes con el tema de los recuerdos. Yo olvido al día siguiente salvo claro, las cátedras de don Toribio, el profe de lineal.

Cada vez que paso por su sala como que se me vienen los recuerdos de sus fórmulas y ejercicios, en esas largas guías de trabajo que el viejito nos dejaba. Ahora las releo nada más que para mantener mis habilidades al día. Pero en asuntos con faldas del pasado, nada. Aunque la crespa diga lo contrario y se pase riendo de mi, todo el tiempo.

No me acuerdo de ninguna. Siquiera de la primera, de esa que siempre alegan, marca tanto o para toda la vida. Así que disculpen mis estimados de ella, ni una palabra. Desapareció de mi vista por allá, lejos. No me acuerdo ni de su sonrisa. Aunque hay un aspecto que ni con alzheimer, se me escaparía: nuestro primer beso.

Ya que estamos con lo de la primera vez me confieso. He pecado claramente y no me arrepiento. Ese beso fue extraño. Como muchas experiencias de pequeño.

Fue prematuro e inexplicable, de repente y sin aviso previo (para remarcar). Y aunque de puro juego, fue la primera vez que tocaba unos (¿vírgenes?) labios de chicuela. Ella estaba muy bien para sus pocos años. Era preciosa (y recalco, era). Perseguida y anhelada por una competencia con más pinta (el Pablo), con relativas buenas notas y un encanto, que hasta el día de hoy conserva (y no pregunten cómo lo se).

Luego de eso, lo demás no cuenta, y disculpen a mis ex parejas, pero sin ser esto un deporte tiene bastante de marca. Me refiero a batir marcas mejorando el puntaje obtenido. Soy de la idea que hay que mejorar constantemente y no al revés.

Si mejoro mi marca significa que opté por un mejor partido. Una mina más en mi parada. Con mejores expectativas y un futuro más prometedor, aunque no hubiera planes de nada, y mucho menos me refiero al dinero.

El asunto corresponde a no bajar en tus propias estadísticas, metiéndose con alguien que sabes, no te conviene. Quiero decir, una mujer que te tire para abajo, o te meta en tetes y a la que luego de un tiempo, acabes desconociendo.

Quizá, eso es lo único que en el fondo, siempre recuerdo bien. No promediar o nivelar para abajo. Y claro, sé que alguna por ahí dirá: “shuuu… cómo si este hubiera sido la tremenda cosa…” pero de puro picada claro. Porque al menos, siento que he mejorado cuali y cuantitativamente a medida que las conozco más, y de pasada mejor me armo (de estructurar).

Eso es todo lo que me gusta recordar, vamos mejorando en calidad y poniendo más ojo en los detalles. No renegando ni arrepintiéndose, salvo por aquello que no hice.

La verdad, no hay mejor etapa que la actual, la que ahora estoy viviendo. De no ser por el desafortunado y abrupto detalle con la Sigrid… pero eso, ya es otra cosa.

No me pidan recordar la primera vez muchachos. Que me consumo por completo de puro espanto. Lo que vino después de eso pasa sí o sí, al cardex de los documentos clasificados.



Saludos!!

La Primera Vez, siempre duele.

El otro día fui a visitar a mi hermana, que pese a su corta edad, ya tiene 2 críos.
Aun no se como hay mujeres que pueden tener hijos antes de los 25, pero ella es una de esas.
Puede parecer que no tiene gran merito, pues mis papás le ayudaron a terminar la carrera y actualmente esta casada con un ingeniero, el papá de los críos. Pero igual tiene sus dificultades eso de ser mamá. Tal vez, de ese tema hablaremos más adelante.

Pesé a mi gran admiración por ella como madre y mujer, sucedió que sin querer, le eche a perder un poquito, uno de sus pequeños pasteles antes de salir del horno.

El querubín en cuestión, al que ella llama hijo, se llama Pablo.
Escuche atentamente, mientras Elisa, aconsejaba a Pablito a “alejarse” de los matones del curso (ella no dijo matones, dijo compañeritos conflictivos). También le dijo a Pablito que si lo seguían molestando le dijera a la tía y listo.
Yo decía para mis adentros, ella parece buena madre, ¿se dará cuenta la clase de consejo que le da a su hijo?
Lo esta condenando de por vida a ser un mamon, de por vida a ser el mamá del curso. El chico puchinbal de la clase, el de los paipazos y burlas.
Entonces, cuando ella terminó de consolar a su bebe, lo envío donde su tía loca para que jugara en el patio.

Esta era mi oportunidad, no dejaría que otro niño se hiciera víctima del matonaje escolar, al que todos estuvimos alguna vez expuestos. Menos si lleva mi sangre.

Le dije:
Oye Pablo, mira… y le di un manotón en el hombro
Después le dije de nuevo. No, mira acá, y le di un manotón en el otro lado.
En ese momento, puso su boquita en cimbra y unas pequeñas lágrimas comenzaron a asomarle.
Así que le dije.
Mira Pablo, si lloras no vas a solucionar nada.
Si yo voy y te lanzo un manotón, tu atájalo así... Y le mostré como hacerlo.
Ahora, si el mequetrefe ese, ¿como se llama el que te molesta en el cole?.
Agustín, me respondió con su voz dulce.
Mira, si el Agustín viene y te pega, su dale con todo. A ver, muéstrame como lanzas golpes.
Entonces me lanzo unos golpecitos muy tímidos.
No poh! Pablito, con fuerza. Imagínate que es el Agustín.
Y como que empezó a agarrar vuelo, es más, aun tengo unos moretones en las canillas que demuestran que el cabro aprendió a dar de golpes.

Estuvimos en práctica toda la tarde, hasta que ambos nos cansamos.
Ya luego, cuando le daba sus golpecitos, como que los evadía y me los devolvía.
Al final de la tarde y antes de irnos a tomar la once le dije a Pablito.

Ya Pablo, ahora ya sabes, si ese gorilon viene a pegarte, tu vas y se lo devuelves. El estuvo muy de acuerdo.
Todo bien ese día, Elisa solo se sorprendió de lo colorados y cansados que estábamos ambos, pero nada más, Pablito se quedo mutis, no le dijo a su mamá en que prácticas boxeriles habíamos estado toda la tarde.
Eso hasta que una día me llamo furia a la casa.

-Mira Lisette Belén, creo que no tienes ningún derecho a echar a perder a mis hijos. Y me colgó.
Chuuuuuuuuuuuu!!!
Estaba enojada, me llamó por mis dos nombres.
Tenía dos opciones
Hacerme la loca o ir a su casa.
Como yo no evado enfrentamiento, fui a su casa.

Toque el timbre y nada
Toque de nuevo y nada todavía.
Marque su numero desde el celular y contestó.
-Oye no seas yegua, ábreme la puerta o ¿me vas a acusar a la mamá?
Salio a la calle, no me quería dejar pasar, pero como siempre llegué y entre, sin invitación.
Le dije:
-ya, que te pasa.
Entonces entre sollozos me dijo:
-Mira, tu el otro día y Pablito y buaaaa, buaaa, buaaa y el apoderado de buaaaa y la profesora y no se que.
Entonces espere que se calmara.
Tomo un poco de agua y me contó que había pasado.
Sucedió que Pablito en el colegio se había peleado con un compañero, que los habían tenido que separar y que habían mandado a llamar al apoderado.
Pablito le contó a su mamá que tu tía loca le había enseñado a pelear y obviamente toda la culpa recayó sobre mí.
-Mira Elisa, si quieres yo te acompaño al colegio.
Ella me dijo,
- Claro que vas a venir conmigo, no puedes hacer cosas sin tomar tu cuota de responsabilidad.
¿Responsabilidad?, que diablos, si yo iba a defender a mi sobrino.
Llegamos al otro día al colegio, la profesora era una mujer bastante joven, tendría unos 26 años, menuda y de voz suavecita.
Nos invito a sentar, nos presentamos, escuche atentamente los hechos.
Al parecer Agustín, como era su costumbre, fue a hostigar a Pablo, entonces el, tal como se lo había enseñado su tía, se agarro con el y alrededor estaba el resto del curso dando ánimos.
Pablito terminó con unos moretones y Agustín con un ojo en tinta.
La profesora, aunque parecía bastante mamona, al ver la sobrereacción de mi hermana, termino acotando el caso, diciendo, que esas cosas a veces sucedían con los niños y que había que apoyarlos para disminuir sus niveles de agresividad, etc., etc., etc.
La cosa es que Pablito, no quedo suspendido, ni nada, solo querían conocer a la apesadumbrada madre.
Esa tarde, llegue a casa con mi hermana, que estaba, menos furia que antes, solo por eso me invito a almorzar.
Nos vinimos con Pablito.
Fue entonces que yo le propuse a Elisa, si me dejaba hablar con el acerca del episodio.
Con cierto resquemor, dejo a su retoño nuevamente en mis manos por la tarde.

Después de jugar un rato de manera tranquila y pacifica le dije:
-Pablito, mmh, cuéntame, ¿que paso con el Agus ese del que me hablaste en otro día?
Tu sabes que fuimos al cole a hablar con tu profe.
Entonces, Pablito me dijo:
-Mira tía, lo que hice fue mostrarle al Agus que yo no dejaría que me pegara de nuevo, por que el no entendió nunca con palabras.
Le respondí,
-Pablito, ¿tú sabes que eso es el último recurso, es decir, lo que se hace después de haberlo intentado todo?
El me dijo,
-si tía, a mi no me gusta pelear, me sentí mal.
Aunque ahora mis compañeros ya no me molestan, me invitan a jugar futbol con ellos y me eligen de los primeros.
Con el Agus nos hicimos amigos, porque nos quedamos fuera de la inspectoría. Me dijo que pegaba fuerte, que no sabía que fuera así, pensaba que era un marica.
-Pablito, que palabra tan fea, ¿sabes que significa ser marica?
Me respondió,
-No tía.
Y como no me pregunto que significaba, yo me hice la lesa y nos fuimos a tomar de once, leche con galletas.
Acababa de ponerme en buena con mi hermana, no le iba a dar motivos para que me odie de nuevo. Tendrá que hacer su trabajo respondiendo a eso.

Traidora o Iniciada?, Judas?

Me invitaste a caminar por tu ilusión.
sin cavilar acepte,
pensando en provocadas sinfonías,
nuestras risas de niños malos
asomando.

Y me dije:
Vamos a intentar,
volver a aquellos que fuimos,
críos en rondas impetuosas
danzando en jolgorios,
carcajadas de alondras
volando alrededor.

Sonaba todo eso bien, muy bien…
Ok, ok, demasiado bien.

Tal vez no obtengamos aquello
El tiempo avanza inexpugnable
Pero si, te la compro,
te capto esa postura,
(No la compostura)
Nunca más chiquilladas.

Es necesaria más que una licencia.
Ventilar las sabanas,
pero en silencio.
¿Que diablos quiere decir eso?
Triple X, triple Shiiiiiii.

Me recuerdan que soy vástago
de una señora lavando,
los trapitos sucios en casa.
Guardándose la mierda pa’ dentro.
Quizás por eso se enfermó
de tanto comérsela, se inoculo de sociedad

El mundo se guarda las estructuras
Esta aquejado sin decir ni pío.
Y aun me pregunto
por ese verbo fatal, que no se va.
¿Que cresta es comportarse?…
Sorry, (no digo más comportarse)

Hipócritas.
Prefiero no ir a misa
antes que mentirle a Dios.

Gabriel
Pero por favor,
Querido amigo mío,
me estas ahorcando los hábitos
no me dejas echar ni xuxas.

Solo te pido una cosa:
No me hagas comulgar
con los ojos bailarines.
Que los infieles, nunca me han gustado
Menos aun los devotos seguidores.

Estaría en grupúsculos
Artístico- contagioso, literario
O de otro tipo,
más plástico.
Aceptando invitaciones a eventos
U otras manifestaciones.

Tomándonos unos whiskys.
Y para los que se creen más desordenados
Un Bourbon o un Jack Daniels,
Diciendo solo bla-bla-bla.
Que piensa don Blablabli
Y la tendencia actual del blablabismo-puaj!

Jojo!!
Usted, puede opinar, pero,
aténganse a las respuestas.
Por lo menos,
hasta mercantilizar el lugar
y que me interese el número de visitas.

Pueden decir que te conocen
Que admiran este antro
Y desde antes
Que este espacio está
cada día esta peor!

You have no reason
whatever to worry!!!

Que se jodan!!
a mi no me conocen ni en mi casa.
Lean un poco más
Empápense de cultura pop
Yo seguiré pegando(Te, Me) en los cachos
Whatever people say!
Por que no siempre estaré de acuerdo,
pero estaré contigo
mi buen amigo.

Y no seas tan pop corn
Que por hoy, eres mi recurso
mi excusa para escribir
Pero mañana, quien sabe.

Finalmente
El público espectador me interesa un…
piiiiiiiiiiii
Así que me quedo!
bla bla!
Aquí, firme junto al “pueblo”,
glu glu!
Que no quiero un Nobel,
ZA!
Que no hago versos
plop!
Ni un cuadro o foto inmortalizando (Me)
BEEEEEEE

No deseo los aplausos de las gentes
para quienes no trabajo
CLAP CLAP CLAP

PD:1

Yo no soy tu niña, así que da casi lo mismo lo que opine respecto a tus intenciones en la escritura. Más aun cuando hables de tus “muertos” pasados (de moda)
La mía mi escritura, aunque no la hago para el resto, se entiende perfectamente la intención. Si es agresiva, se siente la roncha. Es un hecho, sino los espectadores ni opinarían.
Mis intenciones, pueden ser buenas o malas.
Como tú lo dijiste, empecé con el pie izquierdo en tu sagrado sitio y si no lo conociera desde antes, me sorprendería de las cosas que salen de aquí. =O
Hay sentimientos!!!, si señores.
Tu escritura en ocasiones es soporífera y no se entiende, uno se queda como en puntos suspensivos (¿y que quiso decir este?)
Mi escritura es visceral, por eso la respiración acelerada y el golpe final. ¿Alguna vez le haz dado un combo en el hocico a alguien?, es como eso.
Espero escribir algo diferente, para que veas que también puedo variar.
Tu escritura es del diario vivir, pero, sin sentir, a veces. Yo se que sientes... pero ¿porque solo se ve esa expresión cuando estas embobado con una mina o cuando odias (en especial a los cumas)?... también tiene que ver con la respiración.
No puedo decir que es todo malo.
Hay unos escritos tuyos que ufff!!!, te los envidio… y no es envidia sana, esa cosa nunca ha sido sana.
Me gusta tu lenguaje, aunque a veces eres demasiado relamido.
Sorry por el PD largo, pero ya que hablaremos de respirar, me tome mi rato para la bocanada de aire.
Otra cosa... no es difícil decir poto, ¡vamos que se puede!
Te quiero mucho amigo mío. Los amigos de verdad se dicen las cosas a la cara.
Yo no estaré todo el rato alabándote, lo haré cuando corresponda.
Si hablaras conmigo al MSN o nos tomáramos un copete por ahí, claro que te diría otras cosas además. Pero tú, no tienes tiempo!!!
Besotes

sábado, noviembre 22, 2008

s/c...



Un rollo +

un rollo -,

en la mujer

o el hombre importan

0,0,

sea el resto

que se pudra

o Dios bajando

desde el cielo;

si no desarrollas tu seso

nunca llegarás a ser

una buena persona,

escribirás como el resto

-una lata-

un rollo +

un rollo –

de algún papel café.



Mala escritura

terrible,

impureza del ajo

en los dientes,

mostrando a los 35

tu pase,

abandonado en tu

paradero fijo,

sin micro ni taxi,

ni pupitre

ni ola

en la rompiente,

con el catre

de tu madre

te quedaste,

en su cántico lúgubre

a María.



Mi escritura es una esquina

de la pieza

para torturarme,

un pulguerío enorme

que se mete por los brazos

y entra por los calcetines,

un limpiarse entre los dedos

de los pies con las manos,

caminando en círculos

o comenzando el turno

de la tarde en un CTR


mi escritura no tiene nada de bello

o espléndido,

y es evidente que si tú no la lees

no te vas a matar de la risa,

mi escritura no es del pueblo,

ni es conflictiva,

no se devana los sesos,

carece por completo de lírica,

es como el aserrín para no mojarse

y de hecho,

jamás se ha mojado el potito (traste)


mi escritura de epopeya

no redime al cuma flaite,

que todos llevamos dentro.



Pulgas me han asaltado toda la tarde,

junto al aserrín en saco y al olivillo,

pulgas como de 2 metros de largo

y entre 70 y 80 kilos,

tablas de un añoso alerce,

golpeando sobre el polvo suspendido,

o llamándome perfectamente x mi nombre.



En el principio

Dios hizo la belleza

sin nombre ni clase,

origen o apellido,

le resultaba demasiado

intolerable a él mismo.



Todos tus buenos recuerdos

fugitiva triple x me matan,

da lugar a unas, privadas

indefiniciones

y eso

ya no lo quiero conmigo,

son demasiadas macanas juntas.



Una sola curva

puede desequilibrar al hombre,

o dejarlo turulato

pero de cuerpo entero


una sola curva es el principio

de un pastel de combos cada día,

una mala compra de tus materiales


una típica bucólica,

y harto clínica atrevida,

desarmando sus contactos

chupa cuerpos pero en línea


una curvatura es casi siempre

una conversación estéril,

con una histérica y estéril

jefa lame pies pero en puntillas.


viernes, noviembre 21, 2008

Puro dando jugo...


Yo no quiero ir a la guerra porque hace rato que descubrí el amolll… y me entretengo en eso, pero que no suene a desprecio, o a que tengo el corazón de lata orinado de perros; más bien ocurre que siento y me dejo llevar, sin hacerme demasiados líos por eso. Antes sí que era un drama. Que con ella si, pero platónicamente, a la distancia y guardando la compostura… lamentable… O así como un amigo, que conoce a un amigo, que es capaz de dejar todo de lado por la mujer que quiere, aunque ella no lo valga, y sea más soporífera y mojigata, que una siesta después de la parrillada, pasando de la infancia a la adolescencia. Una lata mayúscula. Y con los viejos dando vueltas como moscas y nosotros espantando el humito…

No me agradan las confrontaciones a cuatro manos, pero reconozco haberme peleado a combos más de un par de veces, e inclusive declaro haber desarrollado una sospechosa y crónica nostalgia, por derramar un poco de pegajosa sangre ajena de prójimo. Sobre todo después de eso largos períodos de paz y quietud, después del receso universitario, cuando todos los compañeros se iban de la zona de veraneo, arrastrados por sus pololas de turno, o menguando el dinero a sus viejos. Así que con los golpes, he pasado por una Darwiniana evolución, desde la edad simiesca a la del neardenthal. Al principio el temita me dio bastante susto, y como que no supe qué hacer o reaccionar y la pasé por muy amermelado y mamoncito. Me faltaba aprendizaje para estirar los codos y endurecer los nudillos (que a todo esto no son los que golpean). Pero como no hay un mal pendejo que dure para tanto, cierta mañana después de un carrete en masa en la playa de Zapallar, nos dio por ponernos a cubierto en unos roqueríos que hay hacia el final de la bahía; unos peñascos como murallones que hacen una especie de ronda, ideal para guarecerse cuando el cuerpo pide el relax post caña. Ahí no más nos topamos de lleno con un par de vecinillos conocidos de veranos anteriores, súper carreteros y buenos para la jarana, molestosos y macheteros desde cabros chicos, casi en coma etílico. Así que de entrada nos pusimos somáticos y como si nada, echando la talla y tirando indirectas entre los nuestros. Obvio que se dieron cuenta los cromagñones y al ratito como que se les borró de la cara la sonrisa. Se pusieron a murmurar y en la mala, lanzando al aire las botellas de chela y whisky, con la mala suerte para ellos que los alcanzó de lleno la segunda que tiraron. El tipo quedó para la historia, llorando, y chillando como una niñita y nosotros muertos de la risa y espantados, mareados a punto de salir corriendo, pero el par de niños estaban tan borrados que nos agarraron a pedradas y care palo, a tirarnos los golletes quebrados y los potos de las botellas. Entero de cumagresor y enfermos, no quedó otra que darle al asunto pero con la chaqueta en el brazo y agarrando cuanto palo pillamos en el borde, y ahí claro, dentro de todo, estábamos más enteros y con el cuerpo menos blando, pero igual pascual. Por huevetas. Ellos 4 nosotros 6. Ellos lona, nosotros entrando a picar. Pero con 15 igual da miedo. En esos días no era llegar y armar rosca, menos de invitado de gente que a penas conoces. Al final quedamos con algunos cortes en la cabeza y empapados en copete. Como al día siguiente nos pasamos a la playa de al lado no nos toco dar con los pacos, ni ponernos a hacer declaraciones como a ellos si. Nosotros estábamos más repuestitos como dijo mi hermana Coté, en el mirador a la entrada, por los cerros, ahí donde practican parapente.

Así con un par de veces ya en el colegio. Y cada tanto con las ganas pero sin palos ni botellazos, ni arena en la cara ni rasmilladuras. Ahora me declaro abstemio. Y prefiero salir de vez en cuando a caminar con la Sigrid. Bueno, caminaba…

En todo caso el amoll la lleva y eso me deja bastante mejor que esas contadas salidas de madre, del tipo guerra total o guerra sucia, tirando a los pendejos derrotados a la entrada del mar, entero de curados…

jueves, noviembre 20, 2008

Tomalo con Humor

Sueños
Más perseverancia
Combinación explosiva
Resultado:
mucha gente chamuscada
_______________________
Los viajes en micro
deben dejar
harto más que rollos en la guata
Quizás por ahí
dejo de caminar
y me dedico a babear
sobre los personajes con casco
camino a su laburo
O a elucubrar
Sobre las pútridas callampas
las Cadavéricas cabezas
O de las buenas pechugas
Y traseros adolescentes
¿Visiones embriagantes
del día a día?
___________________________
Todo se arregla con plata
Si no
Mejor vive en el Olimpo
O era acaso el Nirvana?
__________________
Nunca esperes
Agradecimiento
De gente
Que no sabe
El valor de un diamante…
Dije valor, no precio.

__________________
Nada que ver!!
peras con naranjas
Esta quinta la mando yo!
Así no más con las frutas..
Tutti fruti

________________________
Mi diamante en bruto
Medio bruto me salio
Pero ni tan brutalmente
Como dijo Cesar al final
Tu también, Bruto, hijo mío

Aporte 1


A ver, dije que escribiría algo pero no se me ocurre mucho, como este espacio se pone cada tanto un poco denso con tanta poesía y reflexiones profundas, supongo que el tema a proponer tendría que ver con la pretensión de ciertos sectores, por aparecer como intelectualillos cuando con suerte los ha leído su madre… Pero ojo, que no me pondré pesado, no tengo mucha energía para ello, se viene exámenes y mis pocas ganas de pelear se agotan rápido, más encima esa mosca azul dando vueltas por ahí me marea…

Como de poesía nada, y de artes menos, creo que me pondré a criticar así no más. Para empezar, como a mi el lirismo no se me da, diré que a estas alturas de la vida, hacer poesía es simpático y algo anecdótico. Cuántos poetas de verdad y de presencia conocen. Yo creo que ninguno. Una vez en el clases de extensión vino Zurita, antes de su problema de salud, y me quedé dormido… pero antes de caer rendido escuché algunas ideas sueltas que me hicieron gracia, recuerdo que tenían que ver con el papel de la poesía en el mundo actual. El hombre sabía de lo que hablaba pero igual me picó el bicho de la desconfianza hacia él. Sus textos me parecían poco reales y muy dados a la floritura. ¿Era necesaria tanta palabra para decir que alguien o algo te movían? Yo tiendo a pensar en términos prácticos, por eso cero acercamiento a la idea de un Dios, nada que ver con las artes y muy poca relación con la filosofía. Si algo me gusta trato de tomarlo y ya. No le doy demasiadas vueltas porque me agota, trato de ser práctico y hasta ahora me ha dado resultados. Es verdad que más de un porrazo me dejo grogui, pero eso pronto se deja de lado y se tira para adelante. Es como con las minas, quedarse pegado es matar neuronas ahí dentro, y para eso mejor me tomo una jaba de chelas de Valdivia.

Así como aprecian, de romántico poco. De soñador menos. De pronto me doy cuenta que puedo dejarles un aporte, pero no se suban por el chorro. No tengo muy claro cómo aportarles pero que eso no quite que me pondré de cabeza a mentar. Haré mi mejor esfuerzo, pero entre la U y ustedes, ya saben…

Un beso apretado a la Belén y un... abrazo para el jefe, the boss.

Javier.

s/c...


Y pensar que por ti
me gasté hasta las últimas chauchas.
La aurora boreal era una alpargata
al lado de mis obras.


Santa Katty de los Andes
patrona de los recuerdos
inexactos,
para ti dulzona triste,
no hay Sixtina que se pinte
ni Sibila (Cuma) que te ahonde,
ni bandita sonora, ni textos,
ni un retrato hablado decente,
y es muy evidente,
que ninguno de estos
pasajeros de la micro te conoce,
cuando al menos,
desgraciadamente.


Chalecas fuera,
sobre la hierba,
una Minerva oscura
retoza de guata
humedeciéndose,
una tímida
tímida Aldonza
adolescente,
caída del catre
de un porrazo
Clos de Pirque,
en fin,
el Támesis se traga
una cuatro x cuatro
en el Marga Marga.


Un educador que transcribe
mientras trabaja,
da para pensar en serio
que el sistema no sirve.


Hay que dejarlo en claro señores:
estamos en la escena del redoble
y sobre nuestras cabezas penden
los cadáveres en descomposición
de nuestros conocidos.


Somos hombres regulares
mal pagados por sus pares, esos
traperos malolientes de la poesía,
así que no nos pidan
milagros esotéricos en los textos,
que aquí tenemos la media
ni que embarra transcribiendo,
en el asiento abandonado de una micro.


A los turistas de la condición humana:
No es de extrañar que ella piense
que todo lo soluciona el dinero,
o que a veces
escuche voces
y llamados
desde su interior,
o que sienta que el universo
busca un algo particular en ella
como x ej.
en su relación ambivalente
con Dios,
nada de esto me extraña
por ahora;
tú dijiste:
“De contradicciones estamos hechos”
yo,
sólo sospecho
que podríamos que ir más deprisa.

miércoles, noviembre 19, 2008

+ Press

El Vicerrector nos hace cálculo... pero le falló la democracia.




s/c...


De estos cerebros

con perforaciones,

nada bueno sale

excepto agua,

pilas bautismales

huesos aserrados,

larvas crepitantes nacen

de las testas coronadas

de callampas,

de esas matas de pelo

cayéndose

o lenguas procaces;

en lo personal,

me da lo mismo

nuestras

novísimas generaciones al pedo.



No se dice ni pío estos días,

pese a la presencia fragmentaria

de fantasmas in fraganti,

operando al otro lado

de esta vitrina de viento,

como una lapa.



4 horas de viaje

nunca serán bastante,

con tus lentes

tridimensionales

que me enseñan,

el revés de los eventos,

ciertas

clásicas equivocaciones

-por suerte-

4 son las horas

suficientes

para acomodar el traste,

y renovarse fugitivo

pero desde dentro

en pleno viaje,

desenterrando

viejos sueños pérfidos,

poco antes de buscarte.



Ellos

nos exigen la destreza

de una llamarada

desde dentro

un pálpito,

una taquicardia,

con el rostro quedo

aceptando la patada,

ellos danzan sobre nuestro vientre

con sus canas,

justo al borde

de nuestra caída casi impecable,

ellos,

los padrinos mágicos de la tele,

nos obligan a ver una tele que no queremos,

y a cambiar de canales o desenchufar la plancha,

como una bolsa de comercio para ladrones,

estos tulipanes descomponiéndose

nos meten el puño entero bajo la cama



La buena y la mala escritura no se parecen,

salvo mirándolas de frente, o en presencia

de la viuda inconfesada del cerebro.



De ti he podido esperar casi cualquier cosa,

mi jefa,

de ti con neurastenia y solipsismos varios,

con los monos y esa rabieta todo el tiempo,

poniéndome una cara de poto entre las comidas,

años de mesada irregular pero en el traste

jefa,

lata y aburrimiento le demarcan esa cara

de esa cara linda pero de mentira,

aprenda

a manejar con más oficio el alter shave

y oculte entre sus bucles

esa navaja.