sábado, abril 17, 2010

s/c



Analizar sus vidas no tiene sentido
son ubres de una materia que no responde,
impostando una voz como si hablaran,
sin considerar los sacrificios de un padre y una madre,
volviendo sus puestos de feria libre en tierra sagrada

el único desierto que va quedando en ellos
es la velocidad de un pensamiento fútil y tardío
-que me haya puesto a pensar tantas cosas inútiles el último tiempo-
una micro de noche por ejemplo, no es una micro, es un confesionario.





¿Qué tiene que ver una ensalada con la carne?
¿dónde está residiendo aquella? lo pregunto
-la ropa interior del arte-
¿qué ha sacado en limpio el atardecer con ocultarse?
¿cuál es el verdadero oficio de un acomodador de estrellas?
¿hace demasiado frío un martes?
¿dónde apoyará esta noche su mejilla izquierda?
¿qué clase de hojarasca es una vida real?
¿hay un universo paralelo en el reflejo de la tele?



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