lunes, enero 14, 2008

No más esperas


El es el innombrable, salvaje e indómito, dulce sin quererlo, de miradas fugaces desprovistas de tapujos a ella, su preocupación por las tardes.

Mejor, siga en su ocupación y vuelva a aquellas invitaciones, esos raptos motorizados, esos juegos agotadores; no solo quimeras del terminar por ahí, mirando un paisaje lunar.

¿Que crees que siente la luna al mirarnos por la ventana?

Solo si se lo pides, será como quieres que sea…
ella misma.

El agua viene para lavarlo todo, lo bueno y lo malo, encendamos el fuego que lo purifique antes que llegue esa agua.

Que no sean lágrimas, agua salobre, sellando con costras las bocas antes solo de risas. Seamos deportistas, saltemos la valla.

No más silencios veraniegos, no más escabullirse entre cuatro paredes, queremos una O bien grande, compensar las ensoñaciones de esperas pacientes, llegar a nuestras noches dulces y amaneceres calidos, esos con...
ella misma.

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