



Este es un espacio dedicado a las Artes, con todo lo que ello implica. "De estas soledades hay que hacer una experiencia. Oídos nuevos para una música nueva. Nuevos ojos para las cosas más lejanas. Una conciencia nueva para verdades que hasta ahora han permanecido mudas…" (Friedrich Nietzsche)
De "Poemas para Haylin..."
Raymond Carver
Te estás condenando
dicen
poeta,
chicuelo
te estás haciendo promesas
pero que ni te explico
ella,
ella,
ella
tiene ya muy claro
su sentido
y tu padeces fuera, ok.
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Le estás escribiendo a un sueño
le estás dejando
tu desnudez de artista
y ella, mi cabrito, no te entiende
no sabe cuánto es que padeces
no tiene
pero la idea, más mínima
y tú, pedante,
juras que ella siente esas cosquillas
déjame decirte
el arte es cómo una escofina,
ralla, pule, saca brillo,
pero no hace ningún milagro
ella, y muy sencillamente
no te pertenece
porque ya es de otro
poeta,
hagamos un trato,
ponte que te despareces un rato
no sé,
que miras para el lado
hacia otra esquina
ponte que te elaboras
de candado
y que te encierras
o te acuestas
en tí mismo
que te dejas de lesearle
a esta chicuela,
que no tiene
pero ni idea
de todo aquello que tú sientes
pero tan
tan - tan
arrebolado
Ok?.
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Toda poesía es ejercicio inútil
de partida ella,
sabe que la quieres pero
ni cosquillas le produces
dime poeta
cuándo vas a caer en cuenta
aquella
ya no te entiende
ve con ojos distantes
toda esa parafernalia
adolescente
no sería mejor
que madurases
que entendieras
ellas saben
cuándo un hombre es
valedero
pero tú
mi triste infante
eres un soldado
expuesto a balas
asesinas,
déjame decirte
inútilmente expuesto.
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La tarea del poeta es escribirle
a aquella flor de su deseo,
porque es deseo, claramente,
no le pongamos más cosas
el poeta quiere sentir su cuerpo,
estrecharla sin esfuerzo,
ver cómo salta de presión
su talle,
verla enmudecer
estemos contentos
el poeta la busca
pero no la encuentra,
el poeta la sueña
pero ella no se deja
dígase al cerebro
al mate,
no le alcanza,
UD. carece de algún medio
de transporte
UD. es una barata, peor
un chinche
y es de sueño
esta metralla
que atraviesan sus palabras,
que infinitamente
le insensibiliza
hasta los límites
porque él, que es un
chistoso enfermo,
con su pretencioso cuerpo
y ella -una Sofisticated Lady-
no lo pesca
aquella
sí que sabe
lo que es bueno
artista,
no te queda más remedio
que ser un artista errante,
un tiro desapercibido
un comerciante
bueno, ella
será feliz.
Haylin
este poema llevará tu nombre
Haylin
este poema llevará tu nombre
Haylin
este poema llevará tu nombre
porque es un poema
que se repite
sencillo,
nada rutilante
llevará tu estampa
porque es muy tímido,
es tu contraparte
este poema será como tú dices,
hará lo que sea tú sentido
si es necesario
desaparecerá.
Lamento decirlo
pero cada centímetro tuyo
me pertenece
esto es muy simple
mujer, cada milímetro
de tu piel
es, dulce
mujer, lamento
tener que decirlo
pero estás queriéndome
dentro de ti
si mujer, sincérate,
sabes que dios
te ha puesto ahí
para ser
sinceramente
pura y adorable
claro,
al menos para mí
mujer,
nadie ha logrado engañarte
nadie ha entendido
como diantre
es que existes sin amor
y sin amor por este hombre
que se derrite en tu ilusión
mujer, dime,
cualquier amor
es un asunto tan sencillo
no requiere parlantes
gritos
cualquier amor
es como un baile
se hace del sentido del amor
¿puede haber algo más simple?
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Porque tú eres la morena
en cada rastro de tu cuerpo
tú eres enseña,
personal e intransferible
de Dios aquí en la tierra
mujer perfecta,
tú eres la reina
en el acto mismo de
tu coronación
el hambre
de los pueblos, su dolor
Haylin
¿en qué idioma te lo digo?
¿cuándo atenderás este clamor’
ningún poeta ha puesto
el nombre de su estrella
en este colofón.
Este poema está roto,
se quebró en su humanidad,
se hizo pebre
porque adivinen
ella,
la morena
lo prefiere como amigo
y si, claro, amigos,
estamos de acuerdo,
ella busca en la seguridad
de la jazzística llave de sol
y si, claro, cualquier cosa
podría
parecer espectacular
pero no,
ella busca en la llave del sol
y bueno,
hay que admitir
que es natural
no es prohibitivo,
buscar entre el silencio del rumor
porque
es muy sencillo,
sólo hay que despedirse
sin dolor,
de todo aquello
que fructificó,
a partir de sus propias palabras.
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Tú no sabes lo difícil que es,
no te das cuenta
un sencillo beso
es un suceso a flor de piel
un cauce
que se le abre
así, a la tierra
plural
de amor, así reunido,
de a dos
no sabes mujer,
sencillamente
te pierdes
el querer,
como galaxia nace,
sin saber el hombre
su porqué
o el cómo,
ni ese cuándo,
ni el por dónde
y así,
mínimamente
se dan las cosas
el poeta enamorado es
una bestia
pero
entregándose
acaso tú
sabrás, tú sepas,
cómo apreciarlo
entonces
este no es un diario
donde el destino
nos descuece,
este es el amor
naciente,
sin rubor
de pretendiente
aquel valer del hombre
tú debieras valorarlo,
y no sencillamente reírte,
abandonarlo en plena calle
porque en cada foto
que tú le has mandado,
él te ha visto al menos
1.250.404.
Dime amor
en qué piensas
cuando posas
en esta foto
dime
cuánto duele
que te quedes
ahí
tan quieta
que yo aquí fuera
sin poder
abrazarte,
solamente
me conduelo
poeta
toma nota:
la poesía
no te vuelto
más sofisticado.
La poesía te dice cosas
no exagera
digamos,
te plantea, formas
no
esas burlas pasajeras
no ese rumor
espacial
de salida,
a tomar chela,
no
la poesía es tu amiga
secreta,
burlón
ella se queda
señor,
sí, ella se queda
dato no menor.
Poesía, sincera
dos puntos
cuando quieras
saber, en qué piensas,
escribe
cuando desees
establecer
con claridad
tus sentimientos,
deletrea
cuando estés pasando
por muy malos momentos,
has tu poema
y dinos cualquier cosa
el poema
hace al poeta
le otorga
unas, sagradas intuiciones
dígase,
oráculos de Delfos.
Poema,
amigo poema,
de alguna extraña manera,
tú te haces cargo de esto
tú me liberas
y esto es, pero,
maravilloso,
corneta
poema, ella no me pesca,
poema, arráncame los ojos,
poema, dale mis vísceras al perro,
poema, dile que la quiero poema,
pero un poco.
Imprima señorita,
imprima
estos poemas
o hágase el trasbordo,
a bordo de un poema,
o del brazo de su
saca corcho
-aquel bufón-
su don poeta
llévelos a casa,
ponga a mano la conciencia,
estrújele,
cada palabra
cada estrofa
es puro embuste
tortúrele,
ábrale las branquias,
sáquele el torrente
cursi de los gajos
con esteroides
pódele,
hágale nenúfares el cerebro,
un poeta moderno
es uno muerto
chiquilla, capte,
esos poemas
él se jura
son
terapéuticos
dicen
que la ayudan
a olvidarla,
¿no suena imbécil?
jura que come
con palabras,
o que se inspira con amor.
Siendo claros
la amistad
no es tan fácil
aunque jure
lo re jure,
me caiga de guata
a estas alturas del partido,
ya nadie sabe
digo,
tú quieres o dices
que quieres,
o te parece haberlo querido
pero -al otro-
en realidad el único,
que es mega estrella
en este sin sentido
ese otro, que es un buen tipo,
ha sido todo un caballero
muy distinto, distintivo
diferente
al saco de huesos
mantenido,
gemebundo
mal parido
querido amigo, pero tan tuyo
entonces perfecta, la clave
es sencilla y directa
¿te gusta aquel tío no?
y al poeta con pena, de amigo
eso sería lo óptimo
saber, conocer, lubricar
el sinsentido,
y que Dios se lo agradezca, ¿ya?
Y pues:
la quiero
o porque,
aunque no quise
en pedirle un beso,
y ella me detuvo
con sólo un gesto,
una sonrisa dulce
quise despertarme
en su cabello negro -neo romántico-
pero ella ahí muy firme,
con mí dolor neoclásico
x dentro
quise darle abrazos
apasionados besos,
trazos de un pincel
obnubilado,
pero ella ahí tan dura,
entera,
enhiesta
atenazaba el horizonte
con su porfiado ordenamiento
así que por ahora
amigo, amigos tristes,
familiares desolados
del consuelo
y yo
que todavía la quiero,
voy como asesino tras su presa
con mi dolor de prometeo,
medio expulsándole
las vísceras al ruedo
medio sintiéndome estafeta.
Nunca comprometas
digas,
hagas cosas,
de las que luego
te desentiendas
no provoques en los hombres
aquellas tormentas
(de palabras e ilusiones)
los hombres
por muy hombres,
seguimos siendo bestias
no atropelles esta
gramática humana,
porque hay cosas
que sencillamente
no se dicen,
y entre amigos,
es siempre preferible
el apartarse de esa estela
nunca pienses
que la verdad
es un mérito,
porque nunca es otra cosa
que un sincero
movimiento de espoletas
y hay que estar
atentos, si,
contigo ahí adelante
que te hubiera dedicado
estos poemas
áulicos,
rupestres,
agonizantes,
de romántico estafeta
pero huiste dando cuenta
del carril de esta vejez
exánime,
con tu chorreante indiferencia
y esa absurda elegancia
S/T
Soy esa palabra
que pasado cierto tiempo
se traiciona
que se ha muerto
disparando,
inútil musicalidad
que ha dado
en la central
de su cabeza
catedral,
en la columna,
de este pensamiento,
oligofrénico, grandioso
nunca más
el estupendo
ese
irritante fuego,
gris destello,
vapor nublado
por renuente
despreciado,
como un
cáncer al pulmón,
certero y desplomado,
desde dentro
duchamente
vapuleado, pero
en actos tiernos de ilusión
por cofrade, cascándose
o porque
claramente,
aquella sabe
más de amor,
y es simple,
aquella es ave de otras tierras.
Queda el regresarse,
el ver pasar las horas
con la sonrisa entrecortada,
repetir en la memoria:
yo siempre supuse
que ocurriría esto
cuando pienso en ello
veo desaparecer estrellas
arriba,
en las alturas
cuando te recuerdo
soy como un objeto
medio desorientado,
medio olvidado por su dueño
soy un permisible
atroz,
un astro que comulga con el destrozo,
un árbol genealógico extraviado,
un niño de alta mar
entrecortado
pienso a cada rato en esta muerte,
dolido de tantos quebrantos,
pero lleno de esperanza nueva,
tornasolado x la propaganda
de un vapor sublime
sueño con ella,
me veo abrasando toda su contundente
y muy estupenda estirpe
pienso en su perfecta suerte,
en su exacta curvatura de mujer
muy dulce, renegada y extraviada
en este ardor, casi permanente
pienso en el color de su aromática piel,
o en su dolor,
y no pienso
sino en descubrirme
creo en dios y la veo a ella
frente a mí,
o urgiendo su esplendor de cobre
pienso, en cada centímetro de su piel,
me siento abrazado eternamente a ella
siento,
con pavor mi cuerpo
enamorarse
ruedo
como toro en el encierro,
pienso declararme,
y en no dejarla ni un instante,
pienso en cada cabello
en cada trance
beso sus destellos
tierno,
en cada pliegue de su talle
brindo,
por su tímido secreto,
quiero descansar a su babor
quiero el limo de sus huesos,
aquel fragor
broncíneo de su cuerpo,
el extraviado rumor
de su besar
me urge fantasmal
esa ventisca de mujer,
la deseo y es imprudente
mi querer
es,
lacerante
lo reconozco
se que a
cada tiempo
corresponde su contento,
entiendo,
a cada
guapa,
arrastra un viento
a su perpetua adoración
al punto exacto
de perfecta entonación,
perpendicular al orbe
al cántico
de acobardado cántico
de amor,
sencillo y a trasluz,
al aire que despide un sueño
aquella carne de estupor,
que al verla ser de luz
mujer, mi exceso
centrífuga,
hiper estelar
me ocurre,
acorralado siempre,
que esto
lamentablemente,
nunca lo sabré
que extrañamente, no sucederá
Ahora que quizás, en un año de calma,
piense: la poesía me sirvió para esto:
no pude ser feliz, ello me fue negado,
pero escribí.
Escribí: fui la víctima
de la mendicidad y el orgullo mezclados
y ajusticié también a unos pocos lectores;
tendí la mano en puertas que nunca, nunca he visto;
una muchacha cayó, en otro mundo, a mis pies.
Pero escribí: tuve esta rara certeza,
la ilusión de tener el mundo entre las manos
—¡qué ilusión más perfecta! como un cristo barroco
con toda su crueldad innecesaria—
Escribí, mi escritura fue como la maleza
de flores ácimas pero flores en fin,
el pan de cada día de las tierras eriazas:
una caparazón de espinas y raíces
De la vida tomé todas estas palabras
como un niño oropel, guijarros junto al río:
las cosas de una magia, perfectamente inútiles
pero que siempre vuelven a renovar su encanto.
La especie de locura con que vuela un anciano
detrás de las palomas imitándolas
me fue dada en lugar de servir para algo.
Me condené escribiendo a que todos dudarán
de mi existencia real,
(días de mi escritura, solar del extranjero).
Todos los que sirvieron y los que fueron servidos
digo que pasarán porque escribí
y hacerlo significa trabajar con la muerte
codo a codo, robarle unos cuantos secretos.
En su origen el río es una veta de agua
—allí, por un momento, siquiera, en esa altura—
luego, al final, un mar que nadie ve
de los que están braceándose la vida.
Porque escribí fui un odio vergonzante,
pero el mar forma parte de mi escritura misma:
línea de la rompiente en que un verso se espuma
yo puedo reiterar la poesía.
Estuve enfermo, sin lugar a dudas
y no sólo de insomnio,
también de ideas fijas que me hicieron leer
con obscena atención a unos cuantos psicólogos,
pero escribí y el crimen fue menor,
lo pagué verso a verso hasta escribirlo,
porque de la palabra que se ajusta al abismo
surge un poco de oscura inteligencia
y a esa luz muchos monstruos no son ajusticiados.
Porque escribí no estuve en casa del verdugo
ni me dejé llevar por el amor a Dios
ni acepté que los hombres fueran dioses
ni me hice desear como escribiente
ni la pobreza me pareció atroz
ni el poder una cosa deseable
ni me lavé ni me ensucié las manos
ni fueron vírgenes mis mejores amigas
ni tuve como amigo a un fariseo
ni a pesar de la cólera
quise desbaratar a mi enemigo.
Pero escribí y me muero por mi cuenta,
porque escribí porque escribí estoy vivo.
Poema...
Mientras cocinas prevés
un algo sin nombre,
y te marchitas
como en una espera,
y estornudas,
o ahora te agitas y
los gatos ahí, relamen,
y la perra amarilla te persigue
c/ sus ojos negros de botones,
porque tu idea es fija
y te es, como un perfume,
que hasta los gatos se te cruzan
justo cuando vas al baño,
a echar a andar la lavadora
y es perfecto
y te dispones a hacer
mil cosas entonces,
aunque odies esa música en la radio,
y tengas una extraña y recurrente
imagen, como es la de asesinar a alguien,
ahora mismo,
mientras picas la cebolla y el tomate,
y observas cierta juventud,
desde una vida de ultratumba, reciclándose.