"Ella sólo te romperá el corazón. Es un hecho. E incluso aunque te prevenga, aunque te garantice que ella sólo te lastimará, horriblemente, tú la perseguirás...¿no es maravilloso el amor?".
Anne Bancroft (Grandes esperanzas)
Este es un espacio dedicado a las Artes, con todo lo que ello implica. "De estas soledades hay que hacer una experiencia. Oídos nuevos para una música nueva. Nuevos ojos para las cosas más lejanas. Una conciencia nueva para verdades que hasta ahora han permanecido mudas…" (Friedrich Nietzsche)
Al abrir esa ventana entra el aire del patio,
el aire humedecido con olor a menta,
el aire de vainilla que repleta los rincones,
ese aire limpio que despacio nos perfuma
cuando pienso en esa pieza iluminándose,
o en la calma en que se guardan los cajones,
apilados quedamente en la repisa,
o en los cientos de dibujos de perfiles
miro en dirección de tu retrato a lápiz,
y abro las cortinas de una en una en el silencio,
y observo tanta luz en pleno transe,
que descubro en los detalles, tus recuerdos.
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La poesía es esa dama que escala posiciones
mientras aplasta nuestras cabezas contra el fango
y no es una visión muy agradable
la de andar limpiando baños,
de otros enfermos terminales.
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Un tazón de té hirviendo un día caliente
c/ azúcar -½ cucharada-
y ya no queda + azúcar,
y hay que revisar tu tesis,
450 páginas sin contar los anexos,
como a las 4 cortan la luz
y ya son las 3 c/ 20,
no hace ni media hora que cortaron el agua
por una matriz en mal estado.
Nada es necesario al remitente
aquella carta de tan lejos
no atraviesa el universo
a como de lugar
ya no estamos más sintonizados,
conversamos entre cuerpos
derrumbándose
o en la calle desprendida
por un evento inesperado
e inexplicable
un terremoto,
un maremoto
un incendio pero enorme
el desplome de un universo callado
quien está esperándome allá abajo
para sepultarme
y ya no hay tal posibilidad
de reencontrarse,
o de un tal llamado
enternecido al orden
ya no quedan más
que dos pellejos pusilánimes,
en el nombre acongojado de un cobarde
nada más
para que ocupe
aquel lugar eternamente
y no me laves
no me encuentres,
con tus manos de estropajo
ecuánime,
o de cadáver
tímido
porque un sólo de silencio
va y te descompone,
y me haces mierda tantas
reptidas veces,
sin un atisbo de emoción terrible,
exánime.
Anhelo rozar tu rostro
y descubrir ese perfume
y ver tus ojos
y verme en ellos
y estar en tu cabello
y trenzar mis dedos en él
y estrechar tu cintura
y aferrarme con todo a ti,
anhelo aquella copa de whisky
en plaza Baquedano,
y ese deambular por la ciudad
al atardecer,
anhelo aquella larga conversa,
entre los dos
un tanto confundidos,
y esa cerveza helada
derramada inútilmente a mi costado,
anhelo aquellas frases breves
mientras te besaba,
como un desconocido
que abandonaba muy despacio la ciudad.
Un árbol muestra
al hombre su paciencia
una mujer,
le enseña a ver el mundo,
en el rostro de aquel niño
que se alegra
un rostro amigo
le brinda el consuelo
donde un perro,
le acompaña en el camino
bajo la planta de sus pies
toda el agua de la lluvia fluye
bajo la planta de sus pies
la vida misma
alarga sus extremidades
bajo su sombra
un universo de posibilidades
se extiende como un reguero
el árbol mismo se alegra de verlo
y en el acto
le sacude de contento
aquellas ramas.
El aire se mueve
en tu dirección
el aire que respiro te persigue
dice cosas
hace gestos,
en las copas
de los árboles
en forma de conversaciones
hace bromas con los dientes
tuerce los ramales,
esgrime fórmulas
compases de la lluvia
que deshace tu silencio
trompos con el viento, en
gruesas hebras de rumores
aires en el viento de la tarde,
como amaneceres indistintos
viento que pronuncia anocheceres
o que arranca en las techumbres un graznido
viento azul que palidece en plena tarde
viento que es llevado en andas por tu nombre
viento que seduce y es aullido entre las calles
viento que acompaña en un silbido
viento que levanta mi cadáver.
Es en el silencio y la oscuridad,
cuando se te recuerda,
y de la peor forma
cuando debo prender la luz
para anotar aquello,
que de otra manera
He aquí que la búsqueda de un sentido se reduce,
a la pérdida
de aquel sentido
no deseo sino aquello que llega
y se da en su instante mismo,
el resto,
sólo es vapor
ruido
gestos
no importando mi buena o mala suerte o mi lógica
lo que busque o me sea ofrecido
lo real e importante,
es vivir y convivir en paz con uno mismo,
siempre claros,
de la falta absoluta de certidumbres y seguridades
no importando cuánto nos duela,
o qué tan injusto nos suene al que llaman destino
mi rabia y tentación de nada sirven,
sólo propician el dolor y la pena,
y es una madre escandalosa,
para los equívocos.
Vamos escribiendo,
transcribiendo nuestras formas
discurseando mientras que paseamos,
levemente contrariados por el frío del ambiente
conversando tantas cosas diferentes,
con palabras escondidas de hace años
mientras que ese viento de la tarde,
anuncia la partida de las aves,
de la copa de los árboles
como un crepúsculo azul marino,
en el jardín de una ciudad balneario
con la ciudad y el puerto iluminados,
como dos tramoyas sorprendidos
justo al frente.
Tus propuestas
están sobre la mesa,
juro que las firmo
adscribo a cada vil
desastre que desees
hagamos
nos jodamos,
nos perdamos
pero ahora mismo
me parece
espléndido y entonces
¿dónde nos vemos?
en esta noche tan
peculiarmente oscura.
Todas tus palabras
surten el efecto
de esas posesiones demoníacas
como si este juego fuese tan perfecto
que ni falta me hace,
que reconozcamos nuestras faltas.
Limpio
en la pared
de la bodega
la tierra
humedecida
en los zapatos
mientras
dejo
el azadón
apoyado
contra
la muralla
luego
de abrir
el agujero
donde
la he puesto
callada
deslizándose
a través,
de aquel
plástico negro
su cabeza
inerme,
entre
los huesos
hundida,
rendida,
como en
un sueño
bajo
el silencio
oscurecido
de las hojas
en la tierra
mientras
mi madre,
a duras
apenas
llama
a mi padre
por
Poema muuuy antiguo...
No hay peor tragedia que ser espiado,
mantenido en reserva por enemigos,
que anhelan la desaparición de uno,
y 1 es buen muchacho, algo torpe,
pero un buen muchacho a las finales,
que escribe a dos manos su nombre,
y recita poemas en la plaza del cerro,
en el jardín imaginario de su casa,
como si rodara un film sobre su vida,
x una insana condición megalomaníaca,
propia del subdesarrollo de su pueblo,
un país muy lindo pero básicamente pobre,
y de gente harto fea que se reproduce,
de continuo a instancias y a sabiendas de Dios.
Poemita breve
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Esta no es una carrera con obstáculos
tus ojos dicen,
y hay algo que sacar en limpio
mientras caminas
y huyes,
con los oídos tapados.