lunes, noviembre 05, 2007

S/C...


Y en un lenguaje a cuatro manos

yo te exploraba en alfabeto braile,

como un estudiante aventajado,

te rozaba y daba cuenta dulce

de tus labios,

y andaba y desandaba tus abrazos

y me quedaba inerme ahí, callado,

en esas tardes de ese juego tuyo

derritiendo chocolate,

o descansando de tu frente el tráfago,

o queriéndote inundar el cuello

y el cabello en arabescos cómplices,

en horas de basalto y disparados árboles

yo te anhelaba, al besarte.


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