lunes, diciembre 10, 2007

Mucho Loco en Primavera

Tantas cosas que suceden en la vida y venirme a pasar a mí tan seguido.
Vivo demasiadas primaveras al año, las disfruto pero me dan alergia.
Cuando la primavera se va, me da tiempo para dejar la confusión y llegar al hartazgo. Los hombres me saturan, me superan.
Les he conocido de todos los tipos, los buenos tipos, los malos, perversos, bellos, adonis, feos, de mal carácter, sin carácter, pero nunca, nunca un inocente en el fondo, quizas por eso duró más.
Extraño, ahora que finalmente pienso.
Inocente en el fondo y por encima, mucho chocolate, un loco enchocolatado.
¿Quien quiere engordar?
Las cosas caen por su propio peso y salgo escurriendo por entre los dedos.
¿Como mantener una llama encendida?
Yo aun no lo se
Todas se me apagan a la salida
O de entrada
¿Como ser constante y esperar?
Yo aun no lo se
Siempre es mejor escapar
A ser retenida
¿Y que pasó con el Feedback?, buena palabra, pésimas traducciones, pero todo el mundo sabe lo que significa.
Siempre lo necesito, pues mis primaveras son alocadas, las tengo muy seguido, son como 10 en el año, si no más…
Desenamorarme mientras no me prestan atención y poder ser libre nuevamente de volver a hacerlo…
Estoy aletargada, ensoñada, sin sueño… no espero nada, ni nadie me espera.
No es el mar, ni el campo, solo quiero un rincón agradable, donde quedarme el resto de la tarde, sin que otra primavera me asalte.
Primaveras, llenas de flores y mariposas… siempre escribo mejor sin la primavera encima.

La mariposa será feliz, el artista también lo será, seamos todos felices, la guerra negra se acabó.
¿Quien será el que ahora se me cruce por el frente? Justo cuando acabo de tomar la poción del desamor.
Feliz año, que peligroso, mucha gente nueva y antigua alrededor. Debo llevar una venda escondida en mi vestido nuevo, evitar los abrazos, portarme mal, como mujer fea.

Estoy en la punta del cerro, llegue en un ascensor, de frente se ve el mar y más abajo una iglesia. Lejanas se escuchan las campanas de una misa de muertos, para un gran funeral porteño, un funeral feliz para un loco.
El anillo lo vomité y se fue por el excusado, no más locos con chocolate por favor, me hacen mal.

1 comentario:

Gabriel dijo...

Una vaca sagrada del arte de vanguardias, por allá por 1950 más menos decía:

"La diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco"...

Ahora, los verdaderos locos juran cordura las 24 hrs. del día... Tienen oficios respetables y aseguran de guata que son buenos, aunque en el fondo un poco incomprendidos... hacen de las suyas desde la oscuridad como alimañas rastreras, con un falso aspecto de juguetones atolondrados, de ojos llorosos y mirada enfermiza, tratando de ocultar su real condición de elementos patéticos, en la impotencia casi crónica de su orfandad...