jueves, diciembre 06, 2007

Solo Pedía Una Foto


El tenía ya treinta años.
Se encontraba solo, en el living de su casa sentado, con el teléfono en la mano y pensando en dilemas tales como el cuerpo desnudo y firme de una mujer, la pérdida de la inocencia, los gritos de su madre pidiendo la cena….
C.S. Lewis dijo una vez que la delicada rosa de la degeneración florece con mayor fuerza junto al altar… pero el no era hombre de altares, ni de dios, ni de religión.
El pensamiento lascivo no es pecado ni crimen, no se pueden cometer crímenes con el pensamiento.
Así por lo menos el lo creía.
Solo pedía una foto, una mísera fotografía con que satisfacer esa sórdida necesidad visual de ver a quien le entregaba sus quejidos nocturnos, su bufar taurino, sus cambios anatómicos, aquella que se metía en sus pensamientos, esos que le quitaban el tiempo para sus cosas…
Y sin mediar enojos ella le dice:-Lo cierto es que en realidad no estamos solos, no existe misterios para el corazón, no existen besos no desenmascarados dados sin amor, esos besos puñaladas que se clavan en el pecho.
-Aaaah?!
Ella era muy poética y el ya había olvidado lo que era el amor; es más, no le importaba, sólo podía pensar en ella y en sus facciones de niña, sus caprichos juguetones, sus gemidos y en el desbordante placer que le hacía sentir el tacto de su propio miembro. El se dijo-Esta noche ya no habrá entretención...
Entonces dejaron sus gemidos y palabras, el dejo de tocarse, mientras ella se sacaba las benditas fotos en posiciones que nunca hubiese imaginado dejar plasmadas.
Hizo todo su ritual, mas un video.
Enviados los recursos gráficos, y satisfecho de su necesidad, nuevamente la llamo, había sido obediente.
Pero ella nunca le contestó.
Se había cometido un crimen, otro mendrugo de inocencia se había ido con ella, lejos.

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